Con el único objetivo que los matrimonios actuales tengan las herramientas necesarias para enseñar a sus hijos a vivir en libertad con responsabilidad, Javier Camarena estará impartiendo en esta ciudad la conferencia “Cuando Papá y Mamá lloran”.
El conferencista que toma esta iniciativa es un coach con más de 30 años de matrimonio que, confesó, no han sido fáciles. Lleva estas conferencias no sólo por tener una vida diferente, sino porque alrededor existen personas que sufren lo mismo, altibajos, caer y volverse a levantar; una experiencia de reencontrarse con él mismo.
Javier Camarena, señala que vivió las etapas de todos los matrimonios; el ser joven, inmaduro, causando estragos en su familia pero siempre preocupado por la relación con esposa e hijos. Relató sin embargo, que luego de participar en un apostolado, tuvo la necesidad de acudir a diferentes foros para revelar que las cosas pueden ser mejores.
Señala que se dio cuenta que Dios le permitió desarrollarse en esta misión de llevar herramientas a los matrimonios, porque, “todos los matrimonios vivíamos algo similar”, aseguró.
La experiencia
Javier Camarena relató que luego de vivir el apostolado, le nació la necesidad de encabezar foros para transmitir lo vivido sus vivencias pero ahora de manera más espiritual; reconoce que al ofrecer una conferencia debe de incluir el aspecto espiritual, pues es el alimento de la mente y el cuerpo.
Reveló que ahora su vida en matrimonio es diferente, aunque reconoce que no es una persona perfecta, pero para ello debe seguir trabajando, “ahora hay más conciencia en mi y esa conciencia es la que debemos compartir con los demás, para que la transformación se realice”.
Dijo que estas conferencias son motivacionales, pero para lograr que perduren en el espíritu cada persona debe realizar un ejercicio de autoanálisis en su vida; apuntó que sólo realizando la revelación de todo lo malo y lo bueno es donde puede empezar el proceso para cambiar.
Externó Camarena que conoce de gente que ha cambiado profundamente, “estas personas han logrado muchas cosas no sólo en lo material, sino que logran cristalizar sus sueños pues ya no están atados al sufrimiento. Han sido liberados de la cadenas de la depresión, de la negatividad porque porque mientras no se liberen, no pueden aspirar a lo que se buscan”.
Dijo que como seres humanos nacimos para alcanzar mucho, aunque a veces se piensa que venimos a esta vida a sufrir, pero en realidad debemos aprovechar lo que nos rodea como la tecnología y el conocimiento.
Una vida nueva
Las herramientas que se ofrecen a través de las conferencias, son para construir una vida diferente, “la felicidad se aprende, no nacimos con la negatividad dentro, porque cuando Dios nos creó éramos un libro en blanco donde hay que escribir la historia de nuestra vida, tenemos alrededor personas y somos responsables de absorber hábitos”.
Reveló que esos hábitos nos crean una personalidad pero normalmente no estamos conscientes de ello y nuestro comportamiento nos lleva por otros rumbos, cuando en realidad El Creador buscó la mejor vida para nosotros”, señaló Javier Camarena.
En la actualidad, considera Javier Camarena, falta tiempo para el autoanálisis, porque el trabajo no lo permite. Pero advirtió que de hacerlo, no debemos asustarnos al ver lo peor de nosotros sino que el conocimiento será el primer paso para realizar un cambio profundo en nuestra persona.
Presentes los padres
Javier Camarena, dijo que en esta conferencia es importante que estén presentes papá y mamá, porque “estamos preocupados por la juventud y en muchos casos se abandona la responsabilidad de ser padre, por lo que estamos dispuestos a compartir algunos conceptos y solidarizarse con una historia en común”.
Para lograr el objetivo propuesto en la conferencia, enumeró los siguientes pasos. El primero es nunca desistir y pase lo que pase se debe seguir en el camino.
Como segundo paso, recomienda Camarena buscar ayuda espiritual, familiar y profesional; además de involucrar a Dios en los planes de la vida de las personas, porque “la ayuda de Dios es incalculable” y por último, tener siempre paciencia.
