Con los rostros preocupados, la mirada seria y algunos embozados por temor a represalias, armados con palos y piedras, están los pobladores de Nahuatzen, atrincherados, ante el miedo de una nueva irrupción de las autoridades estatales y federales, refieren.
Los cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que la gente mantenía retenidos, en protesta por la entrada de policías y militares la noche del martes, ya fueron liberados, en una acción que no fue consensuada, “ellos eran nuestra garantía de que fuéramos escuchados por el gobierno”, “fue una pendejez dejarlos ir, ahora sí nos van a venir a romper la m… “, eran varias de las voces al saber la noticia, en un “diálogo” donde existe la voz oficial.
“Lo único que queremos es paz y que nos oigan, que el gobernador venga y atienda el problema”, sugiere una mujer anciana, “nosotros ya estamos cansados de que nos pisoteen”.
En cada esquina hay piedras, palos y muebles destrozados que sirven como barricadas.
El corazón de Nahuatzen, cada y los accesos están blindados.
Los habitantes al ver las cámaras de los reporteros sólo piden, “digan la verdad”.
La autoridad estatal, por su parte, asevera que es un conflicto con oscuros intereses políticos detrás, incluso fuentes oficiales afirman que hay otro tipo de asuntos turbios; en contraste los nahuatzenses refieren “aquí no hay partidos políticos, es el pueblo el que no quiere a Miguel Prado Morales (edil)”, así lo manifiestan la mayoría”.
La alcaldía, afirman las voces oficiales, está bajo el control de la autoridad estatal, no obstante Red 113 pudo apreciar que no hay presencia de policías del estado ni de otra corporación; contrario a ello hay un numeroso grupo de pobladores con piedras y palos que han tomado la alcadía así como de dos patrullas una Fuerza Ciudadana y otra Municipal.
