Bastan 20 minutos de una lluvia moderada para que las principales calles y avenidas de la ciudad se vuelvan difíciles de circular debido a los encharcamientos que se producen al no ser suficientes las bocas de tormenta para retirar el agua.
Parece común en Irapuato, que las lluvias aneguen las vialidades, cada que existe una lluvia, pues muchas calles lucen hasta el tope de agua cuando este suceso meteorológico se presenta en la ciudad.
Quienes más padecen este fenómeno, son los peatones, pues ellos deben mojarse los pies al pasar de una banqueta a otra y esquivar el agua que lanzan algunos automovilistas al pasar rápido por estas calles encharcadas.
Para los automovilistas la situación no mejora (aunque ellos evitan la ‘mojada’) los baches que no se observan son un peligro para sus carros ya que al caer a ellos pueden ocasionar daños tanto a las llantas, rines o amortiguadores de las unidades, situación que ellos deben costear.
“Cada que llueve es igual, dicen que es porque uno tira basura pero uno ya ni cree, porque son las mismas calles que siempre se inundan y algunas personas he visto que barren sus calles y aun así se inundan”, señaló la señora Cristina Chávez quien vive cerca de la calle independencia en la colonia San Pedro (una de las calles que se encharcan con la lluvia).
Para los ciudadanos de Irapuato las calles encharcadas representan un verdadero desafío para ellos, lo altamente llamativo de ello es que sólo basten 20 minutos de lluvia para que este tipo de encharcamientos se de, y vuelva loca la ciudad.
