En la parroquia de Santa Margarita, la familia Ramírez Zea pidió el primer sacramento para su pequeña heredera.
Entre sus brazos, así llevó Juan Manuel Ramírez Ferrer y Mariana Zea hasta la casa de Dios a su pequeña hija, a quien decidieron llamar Valeria.
En este gran día, amigos y familiares de los felices y orgullosos papás fueron testigos del ingreso a la vida católica de la menor.
Como padrinos fueron elegidos Enrique Zea y María Ramírez Ferrer, quienes se mostraron muy contentos y orgullosos por tomar esta gran responsabilidad, además prometieron cuidar y educar a su ahijada como unos segundos papás.
Los padrinos se comprometieron a ser un gran ejemplo para su ahijada y a no dejar que se  aleje de la vida cristiana.
Al terminar la ceremonia religiosa, los asistentes no perdieron la oportunidad de tomarse la fotografía del recuerdo con la pequeña bautizada, además de felicitar a la feliz pareja.
Para celebrar este gran acontecimiento, los papás de Valeria prepararon una gran fiesta en el salón El Castillo.
Una tarde muy agradable e inolvidable vivió la familia Ramírez Zea en el bautizo de Valeria.

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