Siete años como bombero local, donde dijo ha visto muchas cosas que no imaginó, pero satisfecha de poder ayudar a las personas que así lo requiere, “Seré bombero por siempre”.
Se trata de Lizet Martínez Alarcón, una joven con deseos de superarse en el aspecto personal y como bombero, donde se sigue capacitando día a día en este oficio, que dijo desde que terminó su servicio social ha seguido.
Bomberos, su familia
Siendo estudiante fue que ingresó al Cuerpo de Bomberos de La Piedad, siendo un requisito para poder terminar su preparación media superior, pero al finalizar ésta decidió continuar como voluntaria en Bomberos.
Señala Lizet que lo que más le agrada es el compañerismo que existe en la corporación, porque es y seguirá siendo parte de su familia, ya que se ha adaptado al trabajo que como bombero se realiza.
Lo más triste para Lizet es el ver que familias pierden su patrimonio en un incendio, aunque reconoce que cada día hacen su mejor esfuerzo para evitar esto; pero por las circunstancias de los incendios es que no se puede lograr en algunos de los casos.
Dijo estar siempre preparada con algunos cursos que ha tomado como parte de su superación personal, como es en primeros auxilios, prevención de incendios y estar siempre en constante actualización como bombero.
Reconoce Lizet que en la labor que hace como voluntario no hay diferencia entre hombre y mujer, “porque ambos podemos realizar esta actividad, sólo cuando se tiene que hacer una fuerza física ellos como hombres, son que pueden superar, pero la preparación y las ganas que ponemos es igual”, dijo la joven.
Dijo que además que los tanques de oxígeno son pesados y es donde, como varones superan a las mujeres, “pero siempre ponemos lo mejor de nosotras en cada incendios en que acudimos, con la finalidad de salvaguardar al patrimonio de las personas”.
Afirma Lizet contar con el apoyo de su familia, recuerda que al inicio cuando terminó su servicio social en esa corporación, al tomar de la decisión de continuar en la corporación a sus no les agradó la idea, por temor a que algo le sucediera, “pero hasta este momento, luego de 7 años, no ha pasado algún tipo de accidente, porque siempre actuamos con mucho cuidado”.
Riesgoso voluntariado
La joven reconoce que hay riesgos como en todas las actividades, como es una caída, que te puedas golpear con una teja o una lámina, algo por el estilo, pero equipados, se protege en ese aspecto.
Otros riesgos en esta labor, es por la velocidad en que se conduce una motobomba, el cargar el tanque de oxígeno una lesión en la espalda, “pero hasta el momento, seguimos con la misma actitud, solo el de poder ayudar a las personas”.
El ser Bombero y muy joven, dice no tener miedo en esta actividad, espera seguir en el voluntariado por muchos años, aunque reconoce que por ser mujer, al día tendrá que formar una familia y embarazarse, “creo que por atención a mi hijo, tendría que alejarme un tiempo de esta actividad, pero espero pode regresar a hacer lo mismo, me nace ser bombero”.
Por último, dijo Lizet, estar enamorada de su labor que realiza como Bombero, por siempre.
