Sin alumbrado público y sin señalización de alerta sobre la zona de obra, el distribuidor vial Benito Juárez se ha convertido en una trampa para los miles de automovilistas que circulan por el bulevar Morelos, de oriente a poniente.
Vecinos de colonias del Campestre, así como de Rancho La Florida, señalaron que abrieron a la circulación la nueva vialidad del distribuidor para comunicar los bulevares Morelos y Clouthier, pero se les olvidó el alumbrado público y colocar señalización para los conductores.
“Se olvidaron del alumbrado público. Antes había un poco de iluminación con el alumbrado que había en el terreno de Taxitel, pero retiraron los postes y ya no colocaron nada”, dijo Francisco García Teherán, elemento de Seguridad.
Hay postes de alumbrado sobre el camellón central del Morelos pero algunos no funcionan. Los vecinos manifestaron que se robaron algunos tramos de cable y mostraron cables trozados.
Algunos postes tienen los pequeños registros abiertos y se puede observar que no hay cableado.
“Se han robado muchos tramos de cable. Hay poca seguridad en la zona ante las deficiencias del alumbrado eléctrico”, dijo Javier Mares Contreras, vecino de Rancho La Florida.
La Dirección de Tránsito Municipal, que está a cargo del bulevar Morelos, no ha colocado señalización en las áreas restringidas.
En un recorrido de AM por la zona de obras se pudo comprobar que solo colocaron piedras para evitar el flujo vial en zonas prohibidas.
Tampoco hay señalamientos para quienes circulan del bulevar Hidalgo hacia la zona del Campestre.
Operadores de Taxitel señalaron es muy peligroso circular de noche por allí.
“Está muy oscuro. Incluso la nueva vialidad, a la altura de la curva, no cuenta con iluminación ni señalización para circulación de noche, como “fantasmas” o tachones fosforescente de alerta para la noche”, dijo José Manuel Hernández, automovilista.
… Y para peatones
Los vecinos de la colonia Rancho La Florida se juegan la vida diariamente al cruzar el bulevar Morelos, a la altura del distribuidor vial Benito Juárez, pues el único lugar seguro que había por abajo del nuevo puente, lo cerraron con malla ciclónica.
“Para cruzar el bulevar Morelos tenemos que atravesar seis carriles. De noche es doblemente peligroso porque está muy oscuro, no hay alumbrado público, y tránsito municipal no ha instalado reductores de velocidad”, dijo Lourdes Horta Guerra, luego de “torear” dos vehículos que circulaban a alta velocidad.
Señaló que las autoridades municipales y los encargados de la obra se olvidaron de los peatones pese a que la zona es muy transitada.
“Tengo un hijo de 10 años con discapacidad y tenemos que cargarlo pues no podemos hacerlo en silla de ruedas. Antes podíamos cruzar en forma más segura por abajo del nuevo puente, pero ya cerraron con malla ciclónica y la única forma para poder tomar el camión que nos lleva al Centro es cruzando el bulevar”, añadió.
A poca distancia de ahí dos señoras con tres de sus hijos corren para poder estar a salvo de los veloces carros que hasta toman vuelo para subir la rampa de la nueva vialidad.
“Ya se han registrado accidentes. No hace mucho atropellaron y mataron a un joven de la colonia. En esta colonia Rancho La Florida viven como 100 familias y no se les tomó en cuenta para nada”, lamentó Fidel Estrada Moreno, vecino.
En el asfalto de puede observar derrapes de vehículos.
Los vecinos mostraron la malla ciclónica que colocó la nueva constructora que lleva a cabo las obras de construcción de la segunda etapa del distribuidor para evitar el paso de peatones: “Prohibido el paso” señala un anuncio.
Colonos se juegan la vida cada que cruzan el Morelos. Deben abarcar los dos carriles de la circulación que va del distribuidor vial hacia el bulevar Hidalgo y luego cuatro carriles de alta velocidad del sentido opuesto.
