Agustín Cervantes/ La Piedad
El color negro siempre da elegancia y sobre todo cuando se trata de un carro tuning que durante 10 años ha cosechado decenas de trofeos que su dueño hoy tiene bien guardados en su garage.
El Volkswagen Jetta modelo 1997 desde hace 10 años es propiedad de “Beto” y se ha convertido en uno de sus pasatiempos favoritos, al cual a menudo le hace modificaciones tanto en su carrocería como en sus interiores.
No le ha bautizado aún con algún mote como pasa con muchos autos de competencias, pero para “Beto” bien sería como un “Caballero negro” que luce sus mejores galas, sobre todo en las noches por que cuenta con un escape, a base del sistema de fuego y luces fosforecentes.
Modificaciones extremas
El invitado de hoy en A TODA MAQUINA, nos dejó sorprendidos por sus rines de 17 centímetros con acabados en aluminio que le otorga un toque agradable a sus neumáticos que lucen en todo su esplendor sobre todo cuando circula en carretera.
Para que este Jetta sea uno de los más cotizados en las competencias de tuning, cuenta con un alerón parte trasero que le otorga una personalidad robusta a la carrocería completamente en negro. Además, cuenta con una quemacocos que remata su techo.
Este Volkswagen es en toda la extensión de la palabra una belleza, pues cuenta con tapas en aluminio que destacan al momento en que se abre su cofre lo que ha dejado a muchos jueces encantados y boquiabiertos; además luce otros detalles bien trabajados, tanto en las mangueras como en los cables que hacen trabajar al 100 por ciento este motor.
Su interior
El auto es de 4 puertas, por lo que tiene espacio al menos para 4 personas en las dos cabinas. Pero lo mejor es que tiene instalado un sistema de audio de primera calidad, lo que lo convierte en una discoteca andando al momento de encenderlo.
Sus sillones son de tela en color gris, cómodos sobre todo.
Los marcadores en el tablero princial también son completamente originales y cuentan con detalles que su propietario “Beto” ha diseñado en su propia carpintería, lugar donde ha aprendido a realizar algunas de las modificaciones a base de prueba y error.
El volante es completamente deportivo y se encuentra forrado con tonos en azul y gris para darle un toque de elegancia, que hace juego con los otros detalles de audio que ostenta este “Caballero negro”.
Sus ecualizadores, amplificadores y todo lo del audio, están debidamente afinados para que al momento de escuchar música tenga una nitidez agradable para quienes han tenido la fortuna de abordarlo.
Una rayita más a este auto es que cuenta con pantalla en su interior la cual está conectada a una cámara trasera que tiene este modelo, lo que permite a su propietario cuando lo maneja, darse cuenta de lo que viene detrás.
