Para recibir el primero de los sacramentos de la iglesia católica, Mateo Alcocer Hernández ingresó en brazos de sus papás Claudia Hernández y Francisco Alcocer a la parroquia de Santa Margarita.
Conscientes de la obligación que contraen al pedir el bautismo para su hijo, los señores Alcocer Hernández, prometieron estar siempre pendientes de la educación espiritual de su heredero.
Luis Alcocer y Mildred Ibarra, dispuestos a ayudar a los padres de Mateo, aceptaron el compromiso de convertirse en padrinos del bautizado.
Convertida en hijo de Dios, los señores Claudia y Francisco ofrecieron una especial recepción en la casa Club Piamonte en honor a su pequeño hijo.
Al lugar arribaron amigos y familiares de los anfitriones, quienes de manera personal agradecieron su presencia a esta gran celebración que resultó agradable.
