Padres de familia aguantaron el frío de la madrug ada, el calor del mediodía, la sed y el hambre para recibir las becas que otorga Bancomer para sus hijos.
Desde la noche anterior empezaron a formarse algunos de ellos para ser los primeros en recibir el apoyo económico y luego más personas llegaron.
Algunos llevaron consigo sillas y una cobija para cubrirse del frío de la mañana en espera de que abriera la sucursal bancaria en la zona centro.
Hasta las 9 de la mañana que por fin abrió Bancomer, los padres de familia pasaron de uno en uno para cobrar el apoyo para sus hijos que estudian la primaria o secundaria.
La fila llegó a prolongarse hasta la zona peatonal del primer cuadro de la ciudad.
“Tengo varias horas esperando, llegue a las 6 de la mañana a formarme… No sé hasta que hora me toque, allá delante están los que llegaron a las 4 de la mañana y todavía no pasan”, dijo Leonora Gaviña, ama de casa.
