Cuando entras a la oficina del nieto de Pancho Villa, esperas ver un cuadro o una foto del mítico ‘Centauro del Norte’, ese al que se dice los “gringos” temieron. Y sí, ahí está junto a Zapata. Lo que sorprende son los cuadros de Lenin, Marx y Ché Guevara, también un busto de Hugo Chávez.
“Sin Pancho Villa no se entendería a ellos”, dice al notar que esos cuadros llaman la atención, Agustín Villa Córdova, quien dirige la Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco y además es presidente de la Federación Mexicana de Basquetbol.
“Villa y Zapata no sabían de socialismo, pero sabían que las cosas no eran justas, aunque propiamente el agrarismo se contrapone al socialismo, hay coincidencias”, dice Agustín Villa antes de conceder la entrevista que no quería dar.
“Dice que ¿para qué te la da? si Villa perdió allá en Celaya”, me dijo el contacto que me ayudó a ubicarlo.
“Por eso mismo, alguien debe hablar por Pancho Villa”, insistí.
Aceptó el mismo día en que autoridades del gobierno municipal festejaban en el Congreso de la Unión la conmemoración del Centenario de las Batallas de Celaya, un día antes del desfile conmemorativo que se celebró en Celaya el 15 de abril, día que además es considerado ya día cívico nacional.
Toda una celebración de gala en la que el actor principal fue el General Álvaro Obregón, ganador de las célebres batallas.
“Mi abuelo le decía el perjumado (a Obregón), él no representaba los ideales de la Revolución, Villa y Zapata querían las tierras para repartirlas y él defender a los hacendados y además ni son las Batallas de Celaya, son del Bajío, en Celaya no se libró lo más fuerte, lo batalla más cruenta y sanguinaria fue en León”, dice Agustín que es Biólogo egresado de la UNAM en su oficina que huele a alfombra húmeda y empolvada y está llena de documentos y varias guitarras y otros instrumentos.
Agustín es hijo de Trinidad Villa Casas y Beatriz Córdova, Trinidad fue hijo de Pancho Villa y Manuela Casas, una de sus 27 esposas “formales”.
En su currículum se lee además de su gusto por los deportes, por la música étnica, el rock y la cultura popular.
La preparatoria precisamente es eso, popular. “Es privada, podría decir que una cooperativa de padres, alumnos y nosotros los maestros, cobramos 500 pesos y sólo hay un empleado de mantenimiento, los mismos alumnos limpian la escuela, son alrededor de 700 chavos”.
El lugar no se ve sucio, pero si viejo, sombrío (quizá porque estaba oscureciendo). Llaman la atención una foto grande de Villa en uno de los patios, una de las más reproducidas del líder de la legendaria División del Norte donde se le ve a galope en un caballo al lado de una carreta y delante de otros hombres; y una pintura en lo alto de otro patio un joven con un libro que tiene la leyenda ‘México 68’ y se lee entre palomas una frase de Lucio Cabañas, el maestro egresado de la Normal Rural de Ayotzinapa, líder estudiantil y del grupo armado Partido de los Pobres en Guerrero durante los setentas: “Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano”.
“De esta preparatoria han egresado 52 desaparecidos políticos”, suelta con orgullo y luego con sarcasmo agrega: “También tenemos un diputado del PRD”.
“Yo no propongo una revolución, no soy radical, soy progresista, porque por lo que lucharon Villa y Zapata sigue ahí, hay la misma desigualdad, el País está al borde de un estallido”, dice sin dudarlo.
La entrevista
AM: Con la conmemoración del Centenario de las Batallas de Celaya todo gira en torno a la victoria de los constitucionalistas, se dice que la historia la cuentan los vencedores, se resalta mucho a Obregón, Usted siendo nieto de Francisco Villa ¿qué tendría que decir al respecto?
Agustín Villa Córdova (AVC): Por parte de la familia Villa y Zapata, desde 2 años antes del centenario de la Revolución en 2010, festejamos el centenario, porque teníamos temor que Villa y Zapata aparecieran en una lata de coca cola o una botella de whisky, de por si ambos ya son parte del imaginario popular, mucho más que Obregón, Calles, Madero, etc. Lo podemos ver porque nadie se pone una camisa de ellos, se ponen la de Villa y Zapata, en toda América Latina, Europa y Estados Unidos los pintan en muros, ellos fueron la verdadera revolución, la otra fue la revolución que se volvió una institución en ese sentido hemos estado conmemorando el centenario, honrando cada uno de los hechos en la medida en que nosotros podemos porque realmente lo hemos hecho con ayuda de amigos, con apoyo de pueblo, de campesinos, organizaciones civiles y sociales y algunos gobiernos que nos echan la mano. Hemos tratado de conmemorar a cada uno de los hombres de los Generales Villa y Zapata, fundamentalmente generales y coroneles, y nos hemos dado a la tarea de ubicarlos y cuáles son sus hechos de armas. Llegamos a 1915, cuando es el momento del quiebre entre las dos organizaciones ya que un año antes se lleva a cabo la Convención de Aguascalientes desconocida por Carranza dado que él tenía un proyecto muy particular de país, y del otro lado estaban las fuerzas populares que tenían la opción de una salida democrática para el país. El general Villa y Zapata entran a la capital en diciembre de 1914, como una posición política clara, no era situación de cuántos hombres o armas llevaban, el dominio militar del País estaba con la división del Norte. Lo hemos platicado mucho en la familia, porque en la familia hay historiadores y gente que ha estado en la lucha popular, mi prima Guadalupe Villa me dice que no se puede decir que no hubo una pérdida total del movimiento campesino y social que representaron los dos generales, no se puede decir que las batallas del Bajío se hayan perdido del todo, militarmente Villa arriesga el todo por el todo, pierde las batallas con las fuerzas de Obregón combinadas con Murguía, Pablo González, Benjamín Gil, pero sobretodo con las mano de los norteamericanos metida en las batallas, el número y volumen de los cartuchos utilizados por las fuerzas de Obregón y sus generales no se comparan en nada con las utilizadas por las fuerzas de la División del norte, en ese sentido sucumben ante un proceso cualitativamente de mejores armamentos y estrategias. Efectivamente hay una derrota militar pero la derrota política no se da ni siquiera de ahí a 1917 cuando las posiciones de Villa y Zapata quedan vigentes en el proceso constitucionalista. El ala radical jacobina del Carrancismo y algunos elementos agraristas del Zapatismo son miembros del Congreso Constituyente e incluyen, aun en contra de Carranza, las posiciones de Zapata y los puntos de vista un tanto anarquistas de Villa, y ellos dos al mismo tiempo están levantados en armas, y eso es una presión a la constitución, Zapata en el sur contra el Carrancismo y Villa incendiando en el norte, pero también hay gente en la zona de San Luis Potosí, las Huastecas, Yucatán y Oaxaca y Carranza se encuentra en un conflicto tremendo y aun así envía el concepto de Constitución y no la puede imponer porque era una especie de Porfirísmo renovado, fundamentado en la fuerza del ejército que era a lo que se oponían Zapata y Villa.
AM: Se dice que las Batallas de Celaya son el principio del fin de Villa, ¿cree que el detonante fue la intervención Norteamericana?
AVC: Las batallas empiezan en abril y terminan a comienzos en julio ya que los últimos ataques a Villa son en Aguascalientes y Villa se repliega a Zacatecas. En octubre se da el reconocimiento del gobierno norteamericano a Carranza, pero las fronteras de Estados Unidos se le habían cerrado a los villistas, sin embargo Carranza pudo conseguir armas de Estados Unidos a lo largo de todo el conflicto, se habla inclusive de una barco retenido en el puerto de Veracruz y cuando los norteamericanos se retiran le entregan el puerto a generales Carrancistas, a pesar de que Villa había intentado negociarlo, poco antes de las Batallas, y dejan un navío repleto de armamento norteamericano que se lo dejan a Carranza, el famoso Ypiranga que había sacado a Díaz de México, es muy diferente la visión de la lucha. Un ejemplo de por qué Villa perdió las batallas es porque él no tenía ningún puerto controlado, y se puede checar de quién era Tampico, Veracruz, Tuxpan, Progreso Yucatán, los puertos del pacifico como Acapulco, Barra de Navidad, Puerto Vallarta, Sinaloa y Baja California eran carrancistas, ellos siempre tuvieron una puerta abierta. La otra visión es que toman el poder pero nunca lo toman formalmente, la mayor parte de los gobernadores del país eran carrancistas, Villa se enfrenta en el Bajío a combatientes que venían de Oaxaca, Yucatán, Tabasco, Chiapas y Tamaulipas, en el Bajío él peleó con gente de Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, Jalisco, Nayarit, Michoacán, la mayor parte (del ejército constitucionalista) son soldados extranjeros es impresionante que las loberas de Salamanca estén constituidos con puros indios yaquis de Sonora, no estaban ahí los de Salamanca o Celaya, ellos estaban con Pancho Villa, hay destacamentos completos con guanajuatenses peleando de lado con los trabajadores del campo.
AM: Con ese contexto, ¿qué país tendríamos si Villa hubiera ganado, habría más igualdad, más justicia?
AVC: Yo creo que sería un País totalmente diferente, no se hubiera constituido un partido del poder, como nació en los años 30 el del PRN, que después fue el PRI, definitivamente hubiéramos tenido un País más igualitario, con menos clases pudientes y más presencia social. Es muy impredecible, la historia no te prepara a generar hipótesis nulas, las hipótesis se fincan en base a los datos verdaderos. Pero sí mucha gente me pregunta eso. El lineamiento hubiera sido terrible, se hablaba de la posibilidad de una intervención Norteamericana. Dado que Villa, por ejemplo, declaró, a finales del año, él decía que se debe hacer una zanja en toda la frontera de 20 metros de ancho y quien sabe cuántos metros de profundidad y decían, pero General ¿para qué hay que hacer esa zanja?, para que no pasen los americanos, decía. Y fíjate lo que los gringos le hacen hoy a América Latina, él planteaba que se hiciera una zanja para que los güeros no se vinieran para acá, y empieza a tener una visión totalmente diferente, porque él consideraba mucho la situación de la relación con los gringos, sin embargo al final, rompe con los Norteamericanos, al grado que al año siguiente ataca Columbus, de una manera tremenda, y yo lo que te quiero decir con esto de que la historia la escriben los vencedores, sí, la historia la escriben los vencedores, pero están los escritos de los que fueron derrotados y hay más escritos de los derrotados, que de los que ganaron. La historia hoy está reubicando a Villa y a Zapata como no te imaginas, cada año, se escriben libros de Francisco Villa y de Obregón no se escriben libros, ni de Calles, ni de Carranza.
Mañana lea:
¿Villa era un bandolero?
