El ejercicio le ha dado nada más que satisfacciones a la hidalguense Ana María Ortiz; le permitió superar sus problemas de salud, un accidente y este fin de semana, la satisfacción de llevar a su tierra cuatro medallas de oro.
Representando al municipio de Tulancingo, Ana María participó por segunda vez en el Grand Prix de Atletismo Máster que finalizó ayer en la ciudad. Menuda y expresiva, reconoció que ni tener 76 años es pretexto para no realizar una actividad física.
“Yo empecé a caminar por enfermedad, no podía respirar, me decían que estaba loca pero no me importó. Caminaba en mi cuadra y después de un tiempo mi hija me motivó a competir, ya tengo en esto 18 años y con 76 años, este año cumplo 77”, comentó.
La velocidad no es importante, lo suyo es el fondo, la resistencia; demostrado quedó cuando decidió no operarse luego de que una camioneta la atropellara y soportó, aguantó, confió en que sus años en el atletismo le traerían algún beneficio.
“No me dejé operar, a pesar de que tengo movidas un 25% la cuarta y quinta vértebra lumbar. Les dije a los médicos que si Dios quería iba a estar bien y aquí sigo; ya fui a un Mundial a Brasil, me traje una medalla de oro, y a una competencia en Costa Rica, regresé con cinco oros”.
Ana compitió en cuatro pruebas incluidas dentro del II Grand Prix que se realizó en la deportiva Enrique Fernández Martínez: 3 y 5 kilómetros marcha, además de 1,500 metros planos y 5 kilómetros planos. En todas obtuvo el primer lugar.
“Colgarte una medalla te deja una gran satisfacción pero lo importante es salir y llegar bien a la meta, si llega después un premio, qué bueno. Nada es un pretexto para no hacer ejercicio, si quieren lo pueden superar, todo es mental”, aseguró.
