Decenas de matrimonios en León hacen fila para adoptar a un pequeño.
En la agrupación Vida y Familia, A.C. (Vifac), donde se brinda ayuda a embarazadas (varias rechazadas por sus familias) hay una lista de 65 solicitudes para adoptar un bebé y sólo 24 posibilidades reales.
Muchas embarazadas son menores de edad (hasta de 13 años) y hay quienes fueron corridas de sus casas; ellas reciben ayuda con techo y comida, así como con la posibilidad de dar a su hijo en adopción en vez de abortar.
María Eugenia Alvarado Vega de Arco, de Vifac, señaló que las parejas que adoptan a bebés deben pasar por una serie de pruebas y capacitación.
Algunos esposos que ya han adoptado a pequeños han solicitado nuevamente un “hermanito” o hay quienes han aceptado adoptar a un bebé y dos hermanitos más que han sido rechazados por la madre biológica.
Dijo que todo se mantiene en el más absoluto anonimato y con discreción, pero que hay casos patéticos de menores de edad, como el caso de una niña de 13 años que tuvo relaciones con su novio (otro menor) que además la golpeaba.
A raíz de esa relación resultó embarazada. Los familiares se dieron cuenta hasta que la vieron golpeada y cuando les confesó que su novio era el responsable le exigieron que lo dejara, pero ella les dijo que no podía porque era el papá de su hijo.
La corrieron de la casa y acudió por ayuda a Vifac.
“Se llega a recibir muchas más solicitudes de las personas que dan a sus bebés en adopción. En 2014 en Vifac tuvimos 65 solicitudes de adopción y se están formando (capacitando) a esos papás, pero solamente tenemos 24 niñas.
Luego se da un fenómeno: quien ya adoptó un bebé quiere adoptar un hermanito para ese niño, que aunque no será biológico, sí va a ser de amor”, explicó María Eugenia.
Señaló que esas 65 solicitudes son de parejas a las que el ginecólogo les confirmó que nunca podrán ser papás, por diversas circunstancias.
“El número de solicitudes siempre será más grande que el número de personas dispuestas a donar al bebé. Muchas de las niñas que llegan a Vifac dispuestas a donar al bebé, se arrepienten”, añadió.
Destacó que Vifac es una agrupación donde se brinda ayuda a embarazadas con el apoyo de personas altruistas y de otras instituciones, pues el costo de cada mujer que vive en Vifac es de siete mil pesos mensuales. En promedio atienden a 24 por año, ya que es su máxima capacidad.
“Los papás que han sido beneficiados con un hijo adoptivo se llegan a convertir en bienhechores. Nos traen pañales, leche, cunitas y cobertores”.
“Pero también hay doctores  (ginecólogos y pediatras) que no cobran un centavo por atender a las mamás y los bebés”, informó Alvarado.
Agregó que cuentan con sicólogos para dar atención a las menores que han sido vejadas, humilladas por el novio, rechazadas por la familia y por la sociedad, y que además son señaladas.
También hay maestros que las capacitan durante el embarazo para que aprendan a realizar alguna actividad, un oficio o manualidades, con el objetivo de que puedan ser autosuficientes y puedan mantener a su bebé en caso de que no lo quieran dar en adopción.
María Eugenia brinda cursos básicos en el Instituto de Educación Familiar y es contratada por Vifac.
Consideró que es alarmante el número de niñas que se embarazan.
De acuerdo a las estadísticas del Vifac antes, de cada 24 mujeres que llegaban cinco eran menores y el resto mayores de 18 años. Ahora es al revés: cinco son mayores de edad y el resto menor, hasta de 13 años.
María Guadalupe, maestra de secundaria, reiteró esta afirmación, pues señaló que cada ciclo escolar en segundo y tercero grados resultan embarazadas una o dos niñas por grupo.
“Lo peor de todo es que abandonan la escuela y truncan su vida. Tienen que dejar de estudiar para mantener a sus pequeños y esto es dramático”, lamentó.
María Eugenia Alvarado dijo que durante la capacitación que reciben los papás que solicitan pequeños en adopción, se les dan cursos sobre aspectos afectivo, moral y hasta sexual.
“Muchas parejas pierden el entusiasmo sexual porque deben tener relaciones determinado día y en determinado momento para tratar de concebir y vuelven rutinarios sus encuentros. Ya que no van a tener bebé debo  hablarles de llevar una buena comunicación cuando adopten”, subrayó.
El curso para adoptar consta de 10 sesiones en donde se habla de paternidad responsable, comunicación, sicología y relaciones familiares. Al terminar obtienen el título de “Papás Vifac”.

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