No es complicado tomar una determinación cuando hay pocas opciones sobre la mesa; así justificó William Yarbrough su “sí” a la selección de Estados Unidos, convocatoria que el mismo arquero confirmó ayer.
Contento, motivado, consciente del compromiso y el privilegio. Así se dijo el portero esmeralda, quien fue convocado por Jürgen Klinsmann para los duelos amistosos que el combinado de las barras y las estrellas disputará ante Dinamarca y Suecia el 25 y 31 de marzo, respectivamente.
“Estoy agradecido con Klinsmann y la selección de Estados Unidos por haberme contactado y mostrado interés. Son sueños por los que uno lucha desde que empieza y estoy consciente de que este privilegio viene con una gran responsabilidad”, admitió Yarbrough antes de la práctica esmeralda en Casa Club.
Sereno, incluso incrédulo aún, la personalidad del portero titular de La Fiera le impide echar las campanas al vuelo ante su primera convocatoria a selección nacional.
“Me motiva este llamado porque no todos los días te convocan, quiero aprovecharlo y disfrutarlo al máximo”.
México o Estados Unidos, el poseer la doble nacionalidad le brindó a William la posibilidad de jugar con cualquiera de las dos selecciones; sin embargo, admitió el mismo hidrocálido, cuando sólo se tiene una opción, la decisión no se complica.
“Tengo la doble nacionalidad y existió siempre la posibilidad de que pudiera ser una selección o la otra, fue Estados Unidos la que mostró el interés. No fue complicada la decisión porque sólo una selección se acercó, se me hubiera complicado si hubiera tenido las dos”, señaló.
Aunque ha jugado en México gran parte de su trayectoria, no se siente con el compromiso de esperar la convocatoria de Miguel Herrera.
“Si el jugador tiene dos opciones y una muestra interés y la otra no, ya son decisiones personales”.
