El empresario Jorge Marumoto Marumoto llegó de Japón para quedarse para siempre en México.
Un gran emprendedor que de ser empleado se instaló en León para fundar la mercería y papelería “La Mariposa”.
“Se sentía más mexicano que japonés. Le encantaba la comida mexicana, disfrutaba del campo y era un apasionado lector de todos los temas. Un hombre altruista que gustaba ayudar desinteresadamente a los demás”.
Así resume su hijo Carlos lo que fue su papá a lo largo de 102 años de fructífera existencia.
“La mejor herencia que recibimos fue el trabajo, la lucha, la honestidad, la superación, no darte nunca por vencido. Él fue nuestro mejor ejemplo porque a muy temprana edad quedó huérfano de madre y supo salir adelante y darnos carrera a cinco hermanos”, añade Carlos, quien es el actual director del negocio que fundaron sus papás y es reconocido por todos los leoneses.
Don Jorge nació el 11 de agosto de 1912 en un pequeño pueblo llamado Domani, Shiga Ken, Japón.
A los 15 años, teniendo aún a su papá, unos amigos nipones de apellido Matsumoto lo invitaron a venir a México, haciendo una larga travesía de más de un mes desde Japón por el océano Pacífico. Esto en 1927.
La familia Matsumoto tenía un negocio de flores y allí fue su primer trabajo en la Ciudad de México.
Luego laboró en la importadora “El Nuevo Japón” como vendedor, pero cerró al estallar la Segunda Guerra Mundial.
“Luego mi papá laboró en una fábrica de lápices también en el Distrito Federal”, añade.
En 1939 se casó con la que sería la compañera de toda su vida: María del Carmen Funakoshi, con la que procreó a cinco hijos: María Cristina, Jorge, Martha, Carlos y María Ilena.
Ya casados se fueron a radicar a Guadalajara, donde iniciaron un negocio de refacciones y accesorios para automóviles.
Un antiguo compañero de “El Nuevo Japón”, quien tenía una mercería en Veracruz, lo invitó a abrir una tienda en León, por lo que dejó la Perla de Occidente para venir a la Perla del Bajío.
Así fue el 19 de mayo de 1952 que abrió la mercería “La Mariposa” en la calle Madero.
Le pusieron ese nombre a sugerencia de su esposa Maricarmen, porque veía en estos insectos fragilidad, elegancia y gran actividad.
“Llegó solo de Japón y ahora su familia somos 52, entre hijos, nietos y bisnietos”, dice Carlos.
Don Jorge era muy altruista, pues apoyaba al Seminario e instituciones de asistencia social.
“Una ocasión me dijo que todo lo que tenemos se lo debemos a esta gran ciudad y que tenemos la obligación, en lo que podamos, de regresárselo”, confesó Carlos Marumoto Funakoshi.
En 1972 ingresó al Club Rotario, del que llegó a ser presidente. Años después se hizo cargo de otorgar becas y participar en proyectos de varias asociaciones civiles.
En 1968 cambiaron la tienda a donde se encuentran actualmente: calle Álvaro Obregón No. 106, de la Zona Centro.
De los hijos, el único que labora en la empresa familiar es Carlos Marumoto, quién desde noviembre de 1973 a la fecha ocupa el cargo de director general.
“A mi papá le encantaba la comida mexicana y la japonesa, el campo, las flores. Dijo que nunca fue bueno para el deporte, pero era muy disciplinado, hacía mucho ejercicio y tenía un excelente régimen alimentario”, añadió.
Don Jorge Marumoto Marumoto falleció el pasado domingo 8 de marzo a los 102 años, rodeado de sus seres queridos.
Sus restos mortales fueron cremados y el triduo de misas en su memoria tuvo lugar en la Catedral Basílica el martes, miércoles y jueves. Descanse en paz.

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