Desde hace más de 10 años, “Lucky” fue el fiel acompañante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Salamanca.
Ayer por la mañana murió y fue sepultado en el patio de la estación donde cuidó y resguardó durante varios años.
Los dálmata adquirieron fama en Gran Bretaña como “Perros bomberos” los perros eran tenidos por los bomberos londinenses para librar los edificios de ratas y alimañas, pero debido al cariño de estos perros por los caballos y a su instinto para acompañar a los carruajes, frecuentemente salían corriendo junto con los carros antiincendios tirados por caballos.
Con la llegada de los camiones de Bomberos también llegó el cambio para el dálmata; a partir de ahí se convirtió en un acompañante que iba sentado en el camión al lado del conductor.
“Lucky” fue donado por una joven hace más de una década, llegó a la estación cuando era un bebé, además de vigilar en las instalaciones de la corporación jugaba y participaba en diferentes actividades.
“Salía en los desfiles, cuidaba el patio de la estación y en las visitas escolares jugaba con los niños era muy cariñoso”, comentó un elemento.
Incluso llegó a participar en el programa “Mis primeros pasos en prevención de incendios”.
Ayer por la mañana, un trabajador lo encontró recostado en el patio, lo llamó por su nombre y al darse cuenta que no respondía dio aviso al demás personal que lo sepultó en el patio de la estación donde sus restos descansan.

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