Lo grave de adoptar costumbres y tradiciones extranjeras para celebrar el Día de Muertos en México, es que con el tiempo se podrían ir olvidando los significados mexicanos de la celebración del 2 de noviembre, coincidieron un historiador y un antropólogo social de la ciudad.
Señalaron cuáles son las cosas que no se deben olvidar y que con ayuda de los ciudadanos tienen que trascender de generación en generación, pues eso es parte de la riqueza de nuestra cultura.
Al recorrer las calles de Celaya, año con año a finales de octubre, antes de la noche de Todos los Santos y el Día de Muertos -tradiciones meramente mexicanas- podemos observar a Drácula, Frankenstein, a la bruja de cualquier cuento de hadas o a personajes de películas extranjeras recorrer las calles en busca de dulces.
Esto último lo hacen niños, jóvenes y adultos, cuando anteriormente esta era una tradición realizada sólo en Estados Unidos, pero ante la globalización otros puntos de América Latina, también la han adoptado.
Rafael Soldara Luna, historiador y coordinador del Museo de Celaya, Historia Regional opinó que desde la década de los 80’s México ha sido un País con total apertura a influencias externas, sobre todo del vecino País del norte, así como de otros puntos del mundo.
“Este tipo de apertura hace a nuestra expresión cultural muy vulnerable a ser influenciada, a ser trastocada y entonces viene el momento de reflexión respecto a lo que nosotros podemos hacer para proteger esas tradiciones”.
“Es importante reconocer que una tradición está siempre en un constante proceso de cambio, ya que las mismas se construyen, enriquecen y crecen, al igual que pueden desaparecer. De antemano las tradiciones relacionadas con el Día de Muertos han tenidos esos procesos de cambio”.
Rafael Soldara señaló que es inevitable que las costumbres vayan adoptando o dejando algunos de sus componentes, pero enfatizó que depende de los mexicanos que no mueran.
“Estamos y seguimos en riesgo de que se opaquen o se pierdan nuestras tradiciones por un gran aparato mercantil. Ahora nosotros encontramos cosas que sí son del Halloween muy arraigadas en los Estados Unidos, pero que son chinas, y es cuando se dan las deformaciones…”, dijo.
El Historiador incluso relató que algo que llamó particularmente su atención fue una calavera de cartonería, que es algo completamente mexicano, personificada de bruja. Al especialista le desconcertó la imagen y dijo no entender por qué se ha dado esa fusión, aunque sugirió que podría ser por el desconocimiento de las tradiciones.
“Ha ido en aumento la presencia de estos productos extranjeros que se han acogido de una manera especial porque resulta muy atractivo desde un aspecto comercial”, agregó.

Mezclan lo tradicionalcon lo foráneo
En un recorrido por la tradicional Feria del Alfeñique en Celaya, se puede observar que la mitad de los puestos son de calaveritas y dulces tradicionales y la otra mitad está llena de juguetes de broma, disfraces, pelucas y maquillaje para celebrar el Halloween.
“¡Joven pásele, llévese sus disfraces para el Halloween, pásenle por las calaveritas de dulce, pásele, le damos el mejor precio!”, se escuchaba gritar a las comerciantes.
Celaya es el único lugar del estado donde se da una gran variedad de productos de alfeñique, en muchos tamaños, formas y colores, cosa que no se puede minimizar, como tampoco se puede minimizar la cartonería con la que se elaboran las calaveras, que es algo típico y único de esta región del País, dijo Soldara.

‘Heredan’ demérito a generaciones
Desde un punto de vista social, esta ‘configuración’ se ha introducido lentamente pero de manera latente y muy celebrada en todo México, y al menos en Guanajuato muchos de los padres de familia jóvenes, al haber visto ese auge en su tiempo, enseñan a sus hijos a disfrutar del llamado Halloween.
El catedrático y antropólogo social de la Universidad de Guanajuato, Ricardo Contreras Soto, dijo que es imposible no entrar dentro de la globalización cuando los medios electrónicos se han adueñado de los sentidos de las nuevas generaciones, y en este respecto, hizo el llamado a los padres y a los abuelos, a que inviten a sus hijos a conocer y valorar las tradiciones mexicanas por excelencia, pues de lo contrario con el paso de los años esa “mexicanidad” podría perderse en su totalidad.
“Perder identidad es lo que podría pasar si no enseñamos a nuestros hijos y a las nuevas generaciones a conocer y reconocer la importancia, no sólo de las tradiciones del Día de Muertos, sino de todas y cada una de las festividades que como mexicanos han construido esa identidad mundial de la que somos dueños”, puntualizó.

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