Las calaveras mexicanas ya son chinas.
Importadoras y tiendas de autoservicio ofrecen productos alusivos al Día de Muertos, que son fabricados en China.
Comercializadora México Americana, que es la importadora de Walmart, ofrece en sus tiendas de la localidad vasos que en su interior tienen una calavera del Día de Muertos a un precio de 99 pesos.
La misma empresa importó de China figuras de catrinas elaboradas de cerámica, que comercializa en 20 pesos.
Otra de las opciones para la temporada, es la maceta con flor de cempasúchil, distribuida por un costo por pieza de 25 pesos.
En la tienda Prichos se ofertan ceniceros con forma de calavera para la fiesta del 2 de noviembre, también fabricados en China.
En Waldos se venden más calaveras chinas decoradas con diamantina de colores.
También las imágenes religiosas son fabricadas en China.
En la tienda Importatodo, ubicada en Galería Las Torres, se ofertan imágenes de la Virgen de Guadalupe con la etiqueta oriental.
Fallan maestrosen inculcar tradición
Carlos Arturo Navarro, director del Archivo Histórico, lamentó que la globalización esté provocando la pérdida de identidad.
“Se está perdiendo poco a poco la identidad nacional de los habitantes. El sentirse cosmopolita, ciudadanos del mundo, no justifica eliminar la identidad propia y lamentablemente hace falta más conciencia de lo nuestro”, dijo el también cronista de la ciudad.
Desde las escuelas -dijo el funcionario- los propios maestros fomentan todo lo relacionado con el Halloween haciendo fiestas para que los niños vayan disfrazados, olvidando el Día de Muertos.
“Lamentablemente vemos la educación primaria, secundaria y en todos los niveles, saturada de esta pérdida de identidad (…) Qué tristeza da que los maestros pierdan el tiempo por dedicarse a culturas extranjeras”.
Lamentó que productos que nos dan identidad, como las calaveras y adornos del Día de Muertos, ya se fabriquen en el extranjero.
A reforzar tradiciones
Sebastián Serra, director del Instituto Cultural de León, dijo que se debe reforzar la labor de promoción de las tradiciones para hacer frente a la globalización.
“La tarea que nosotros tenemos es enfocarnos para que el consumidor reconozca los valores propios de una pieza artesanal hecha por manos mexicanas con más cuidados, o se vaya por una pieza producida por una máquina en otros lugares del mundo”.
Dijo que dentro del Instituto Cultural se deben plantear propuestas para generar valor en las tradiciones, que sean significativas para que se mantengan creando identidad, además de fomentar la solidaridad con los artesanos locales.
“Una calaverita china es más barata que una calaverita de yeso local, pero (esta última) es más significativa y de pilón apoyamos el consumo de la producción local.
“Que no nos asuste que hay un mercado global en donde se están ofreciendo piezas de producción china, los productos chinos están en todo el mundo (…) Si no queremos que esto nos invada, no lo consumamos”.
‘Es una intromisión alevosa’
México vive un momento en que todo se mercantiliza, incluso las tradiciones, advirtió Eleazar Velázquez, director de Identidad y Patrimonio del Instituto Cultural de León.
“Hay una gran tradición en México de producción artesanal que le da subsistencia a muchas personas, también un sentido económico hasta ritual y me parece que estamos enfrentándonos a cómo la mano del dinero, del interés económico, desarraiga cualquier bien cultural”.
Consideró que no es extraño que los chinos o cualquier otro País produzcan en serie cosas que en su origen se elaboraban de modo artesanal.
“El que los intereses económicos ahora trasnacionales ya tengan puesta la mirada no sólo en la venta de sus productos, sino ahora en la explotación de nuestras propias tradiciones, me parece sumamente delicado y no sólo delicado, me parece abusivo y alevoso”.
Es necesario -afirmó- otorgarle un significado a las cosas, de no ser así se va perdiendo el sentido original de nuestras tradiciones, convirtiéndose en mercadotecnia que puede ser muy vistosa, pero carente de sentido.
“Los intereses económicos no habían llegado a estos grados de intromisión. A mí me parece que es una intromisión alevosa del interés económico que desconoce los significados profundos de las cosas y que sólo le interesa explotar los símbolos populares para acumular dinero”.
Lo peligroso -explicó- es cuando hasta las cosas más entrañables, las que nos aportan significados más profundos como País, empiezan a ser dictadas por quienes están pensando estrictamente en generar la mayor ganancia posible.
