De no dignificar el trabajo de los policías, la corrupción que hasta el momento se ve reflejada en las corporaciones, será un cáncer contra el que el País no pueda luchar en un futuro, expresó Benjamín Castillo Plasencia, Obispo de la Diócesis de Celaya.
Monseñor enfatizó que depurar no es suficiente, sino que trabajar en la proximidad de ciudadanos y autoridades, podría funcionar.
El Obispo dijo que de no hacer cambios de fondo, la corrupción seguirá pasando de mano en mano y nunca habrá una erradicación total o general.
Así opinó tras conocer la prórroga que dará el Gobierno del Estado a las presidencias municipales para depurar a las direcciones de Policía.
“Pues eso es señal de que luego les van a dar otro año después, yo creo que se tiene que poner más empeño en mejorar(…) No es fácil porque en el paso se van dando otra vez corrupciones, se está formando continuamente gente y yo creo que se hace con mucho empeño, pero sigue dándose corrupción”, dijo.
Señaló que la corrupción podría estar relacionada con el poco dinero que se les da a los policías como pago, por el que muchos siempre van por el camino fácil y aceptan dinero de los delincuentes para no llevar a cabo la justicia.
“Ese cáncer sigue invadiendo, no sé en que esté, a lo mejor en la paga tan poca a veces a los policías con el riesgo que llevan y los exponen mucho a la corrupción, con que alguien les dé un cañonazo más grande.
“Ojalá que se vaya mejorando (su salario), como ellos en su formación y que no sea una profesión tan peligrosa y que los policías pongan todo el empeño por servir a nuestro pueblo, pero que también el pueblo sepa agradecer porque se les sigue viendo con miedo”, puntualizó.
Señaló que mientras haya casos de corrupción, como hasta el momento se han presentado, y aunque sean pocos los policías corruptos, la confianza de la gente, que es a quienes sirven, se perderá y no confiarán en ellos como autoridades que están para salvaguardar la seguridad.
