Irlanda se presentó en el Cervantino con una orquesta que se formó en 1999 con músicos de aquel País y que ha ganado reconocimiento por todo el mundo, Camerata Ireland.
El Auditorio “Mateo Herrera” lució pocos lugares vacíos para disfrutar del concierto con algunas piezas de Amadeus Mozart, John Field y Gioachino Rossini.
Al entrar la orquesta con el director y fundador, Barry Douglas, el público respondió enérgico con un aplauso y que él respondió con un gesto de gratitud.
Basada en la farsa francesa “La Scala di Seta” de Gioachino Rossini fue la primer pieza que la orquesta reprodujo con total armonía; después piezas adaptadas para la orquesta como “Aria y nocturno” de John Field, nacido en Dublín se escucharon en el recinto.
Camerata Ireland a pesar de su “corta” historia, su reputación internacional la ha llevado a pisar escenarios en Estados Unidos, Sudamérica, Europa y Asia.
Un piano al centro del escenario decoró y encajó perfectamente con las notas de los violines e instrumentos de viento, mientras Barry dirigía también tocaba el piano con gran concentración.
Un pequeño intermedio dio pausa para que los asistentes pudieran recargar energías para seguir aplaudiendo, al terminar el receso el público notó la ausencia del piano.
La orquesta inició la segunda parte con el concierto para piano No. 23 en La mayor de Wolfgang A. Mozart.
El final de la presentación fue con la sinfonía No. 40 en Sol menor del también nacido en Viena.
