El sonido de las cuerdas del tsugaru shamisen en conjunto con algunos otros instrumentos de viento y percusión deleitaron a los espectadores con música tradicional japonesa en el espectáculo Oyama x Nitta.
El teatro María Grever recibió a los más de 300 asistentes, para disfrutar el talento y carisma de Yutaka Oyama y Masahiro Nitta, quienes comenzaron con “Shunrai” su presentación.
Vistiendo ambos kimono en rojo con negro, ropa tradicional de Japón; los jóvenes músicos se dirigieron al público con un español poco claro pero que se entendió, “Estoy muy contento de estar aquí, me gusta el futbol, por eso arriba los panzas verdes”, exclamó Yutaka Oyama quien por segunda ocasión visitaba el país, su primera ocasión fue el año pasado durante la feria de San Marcos.
Masahiro Nitta, joven de pocas palabras pero de gran talento en su instrumento solamente se dirigió al público para mencionar que se sentía contento por su primera visita a México y explicó que el tsugaru shamisen es como una guitarra pequeña de origen islámico.
Cada uno mostró el talento musical con temas como “Yaiba”, reproducido por Mashairo y “Medley”, a cargo de Yutaka, al terminar los dos desaparecieron del escenario para la presentación de sus invitados.
Kominato Akihisa se presentó ante el público con el shakuhachi en mano y con una sonrisa en el rostro ante el aplauso del público, él presentó su instrumento de viento creado de bambú en el siglo XVII, mencionando que se toca con ayuda de la barbilla e hizo un solo como muestra del sonido que reproduce el shakuhachi.
Kato Tukaya, segundo invitado de la noche también realizó la presentación de su taiko, instrumento de percusión realizado con piel de vaca y madera, utilizado inicialmente como medio de comunicación o en combates entre samurais.
Ahora vestidos con prendas casuales, los cuatro artistas salieron al escenario para presentarse como una banda e interpretar temas de Japón y algunos de autoría propia, canciones como “Karma”, Blue Span”, “Koyal”, “Shake rag”, “Roma” y “Libertango” encantaron al público, pero fue cuando las notas de “Caminos de Guanajuato” comenzaron a escucharse, la gente aplaudió.
“Me siento muy dolido por las lluvias que afectaron algunas partes de México”, expresó Yutaka Oyama quien dedicó algunos temas a las afectados.
“Encore el sol” parecía la pieza final, pero el grito de ¡otra, otra! regresó a los jóvenes para interpretar “Cielito Lindo” como agradecimiento al país y que la gente respondió entonando la canción y despidiendo de pie a la agrupación.
