Entre su bastón y un auto obstruyendo el paso peatonal, Miguel Hernández García tuvo que bajar la banqueta y caminar por el arroyo vehicular.
La banqueta de la calle López Rayón es angosta para el paso de lo peatones, aunque Miguel no pasa mucho por ahí, cuando tiene que hacerlo es la misma dificultad.
“Pusieron estas boyas, para que la gente se bajara y pudiera caminar, está muy chiquita la banqueta, el otro día pasó una señora con una carriola, pero sale la misma de siempre, no lo respetan”, dijo el hombre de 76 años.
Al mediodía sobre todo es común que varios carros se estacionen sobre el paso peatonal, muchas veces sólo con el argumento de que no se tardan, o sólo estarán 5 minutos, permanecen más tiempo.
“Yo le dije a una señora que si sabía que era para el paso de la gente y e portó muy grosera hasta dijo que mejor me cruzara la banqueta para no batallar”, contó.
Y, a pesar de que a la vuelta está la parada de camiones, hay algunas personas que en esa esquina de López Rayón y Andrés Delgado prefieren tomar el urbano en ese punto haciendo que las unidades se orillen y corten el paso a peatones.
“Pasa bien pegaditos los carros y luego los camiones se paran justo ahí, la gente no entiende, se estacionan donde quieren y está a la vuelta tránsito y ni los multan”, dijo Carlos Rendón, estudiante de universidad.
