Barack Obama empuja su causa por una intervención militar en Siria en dos frentes igualmente reacios y difíciles: el Congreso de Estados Unidos y la comunidad internacional.
En ambos, no en él, recae la responsabilidad de responder adecuadamente al supuesto uso de armas químicas por el régimen de Bashar al Assad, sostuvo el Presidente, que trata de romper su soledad actual con garantías de que no estamos ante un nuevo Iraq y de que las pruebas de las que dispone para atacar merecen plena confianza.
“No fui yo quien trazó una línea roja, fue el mundo; no es mi credibilidad la que está en juego, es la de la comunidad internacional, la de EU y la del Congreso”, declaró ayer Obama en Suecia.
La situación tampoco parece muy favorable para Obama en el Congreso. El Presidente obtuvo ayer el respaldo del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, pero sólo por 10 votos contra siete, con únicamente tres republicanos pronunciándose a favor y dos demócratas negándole el apoyo a la Casa Blanca.
Obama consiguió, finalmente, el respaldo de John McCain, quien previamente se había manifestado contra las restricciones incluidas en la resolución aprobada, que prohíbe expresamente el uso de fuerzas terrestres y limita la campaña militar a un máximo de 90 días.
Esta votación, en la que unos republicanos, como Marco Rubio, se opusieron porque creen que la intervención en Siria es demasiado modesta, otros, como Rand Paul, en consecuencia con su aislacionismo y antiestatismo libertario, y algunos demócratas porque consideran que la intervención va demasiado lejos, es reflejo de lo difícil que va a resultar la aprobación de la resolución en el pleno del Senado y mucho más en el de la Cámara de Representantes.
Uno de los grandes obstáculos con los que Obama se encuentra para ganar apoyos dentro de su País es, precisamente, la diversidad de la oposición a la que se enfrenta.
La resistencia de la comunidad internacional, en cambio, está más claramente dominada por el recuerdo a la guerra de Iraq.
Obama así lo reconoció en Estocolmo. “Soy consciente”, dijo, “de que en el mundo, y aquí en Europa en particular, existe la memoria de Iraq y de las acusaciones sobre las armas de destrucción masiva, y que la gente está preocupada sobre cómo de correcta es la información en esta ocasión.
“Tengan en cuenta que yo soy alguien que se opuso a la guerra de Iraq, y no estoy dispuesto a repetir esos errores basándome en falsos datos de inteligencia. Pero, después de haber procedido a una meticulosa evaluación de la información disponible, puedo decir con gran confianza que se usaron armas químicas y que partieron de Al Assad”.
Atacan rebeldes
Rebeldes vinculados a al-Qaeda atacaron ayer una villa cristiana en una zona densamente poblada del oeste de Siria al tiempo que estallaban nuevos enfrentamientos cerca de Damasco, parte de una brutal batalla de desgaste que ambos bandos creen poder ganar pese a un estancamiento de más de dos años.
Mientras el mundo se centraba en una posible acción militar estadounidense contra Siria, los rebeldes tomaron el control de un hotel en la cima de una colina en la villa de Maaloula y atacaron con artillería la comunidad, dijo por teléfono una monja que pidió no ser identificada por temor a represalias.
El ataque ocurrió horas antes que una comisión del Senado de Estados Unidos votara en favor de darle al presidente Barack Obama autoridad para usar la fuerza militar contra Siria, la primera vez que los legisladores toman una decisión similar desde la votación en octubre de 2002 para autorizar la invasión a Iraq.
El conflicto en Siria, que comenzó con un levantamiento popular en marzo de 2011, ha llegado a un punto muerto donde ya se han dado registros de ataques químicos, y se desconoce si los ataques militares que planea Estados Unidos contra el régimen por el presunto uso de armas químicas sean capaces de modificar ese estancamiento.
Obama ha dicho que propuso acciones limitadas para frenar futuros ataques con armas químicas, no un cambio de régimen.
El Mandatario ha buscado apoyo internacional y dentro de Estados Unidos para castigar al régimen del presidente Bashar al Assad, que según Washington lanzó cohetes cargados con gas sarín en zonas controladas por rebeldes cerca de Damasco antes del amanecer del 12 de agosto, lo cual dejó cientos de civiles muertos.
Sin embargo, hasta ahora ha obtenido poco apoyo internacional para actuar. Entre sus principales aliados, sólo Francia ha ofrecido públicamente unirse a Washington en un ataque.

Manda Rusia armamento

El presidente Vladimir Putin advirtió a Occidente que no emprenda acciones unilaterales en Siria, pero también dijo que Rusia “no descarta” apoyar una resolución de la ONU sobre ataques militares punitivos si se demuestra que Damasco usó gas venenoso contra su propio pueblo.

En entrevista con AP y la televisora estatal rusa Canal 1, Putin dijo que Moscú ha suministrado algunos componentes del sistema de misiles defensivos S-300 a Siria, pero que ha congelado nuevos embarques.
Insinuó que Rusia podría vender el poderoso sistema de misiles en otras partes si las naciones occidentales atacan Siria sin el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La entrevista, efectuada en la residencia oficial de Putin en las afueras de la capital rusa, fue la única que concedió antes de la cumbre del Grupo de los 20 en San Petersburgo, que inicia hoy. La cumbre debería centrarse en la economía, pero ahora es probable que el tema dominante sea la crisis siria.

‘Hay que actuar’: Francia

El Primer Ministro de Francia hizo ayer una apelación apasionada para una intervención en Siria, culpando al presidente Bashar al Assad de un ataque con armas químicas y advirtiendo que la inacción podría permitir que el líder sirio cometa más atrocidades.

Jean-Marc Ayrault se dirigió a la Asamblea Nacional de Francia al inicio de un debate sobre una posible respuesta militar francesa. El debate de ayer culminará sin una votación, dado que el presidente Francois Hollande tiene la autoridad de ordenar una operación militar sin respaldo legislativo, pero forma parte de sus delicados pasos en busca de apoyo en su propio país hacia una impopular intervención en Siria.
Estados Unidos y Francia acusan al Gobierno sirio de utilizar armas químicas en el ataque del 21 de agosto contra suburbios de Damasco bajo control de los rebeldes.

Aclama Papa la paz

El Vaticano intensificó su campaña de oposición a la posibilidad de ataques militares extranjeros en Siria.

El Papa Francisco exhortó ayer a católicos y no católicos por igual a participar en su jornada de ayuno y oración por la paz programada para el sábado, y pidió a las más de 50 mil personas reunidas para su audiencia general en la Plaza de San Pedro “que el clamor por la paz se escuche en todo el planeta”.
La Santa Sede ha invitado a embajadores acreditados en el Vaticano a asistir hoy a una sesión informativa sobre la agenda del Papa para la vigilia de cuatro horas del sábado, y las conferencias de obispos de diversas partes del mundo han anunciado planes para llevar a cabo versiones locales de la vigilia.
En discursos, declaraciones y tuits recientes, el Papa Francisco exhortó a lograr una solución negociada en Siria.

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