‘Sus manos, su cabello, su mirada y su caminar lo dicen todo, la experiencia de la vida está en cada una de las personas que gozan la dicha de ser abuelos’.
Una mujer de triunfos
Una mujer llena de experiencias, así es la señora Josefina de Covarrubias, quien desde hace 64 años forma una hermosa familia al lado de su esposo Luis Covarrubias Gasden y sus hijos Priscila, José Luis, Alejandro, Sergio y Gerardo.
Sus 15 nietos y 6 bisnietos, han llegado a su vida para brindarle felicidad en su corazón y compartir con ellos gratos momentos y brindarles un consejo.
Una mujer que ha sido reconocida por su altruismo ante la sociedad y fundadora de reconocidas asociaciones como: El Voluntariado Damas Vicentinas, Los 60´s ancianos que producen y La Campaña del Kilómetro del Pañal.
Junto a sus nietos: Tere, Paulina, José Luis, Rodrigo, Sergio, Azucena, Erwin, Jan, Alejandro, Aurora, Alejandra, André, María Fernanda, Luis Gerardo y Daniela, así como sus bisnietos: María Isabela del Carmen, Paolo, Valentino, Claudio, Alejandro y María José ha vivido los mejores momentos de su vida como abuela los ha disfrutado junto a todos sus nietos, para ella, ser abuela es una bendición de Dios porque le ha permitido verlos crecer y desenvolverse como profesionistas.
Su sencillez, carisma y altruismo por ayudar a los demás la han llevado a obtener la presea del Vasco de Quiroga.
90 años de experiencias vividas
¿Cómo se siente usted en este día?, fue la interrogante del párroco Gerardo Hernández, expresada a la señora Alicia González de Martínez.
Con noventa años de vida, y llena del inmenso amor de sus tres hijos, Alicia, María Eugenia José, y de sus 6 nietos, la señora Alicia no hizo más que resumir en una frase su sentir, “Bendecida por Dios. Llenos de gratitud por las bendiciones derramadas en la familia, amigos de antaño, hijos y nietos, acudieron a ser partícipes de una misa de acción de gracias, oficiada en la parroquia de Santa Margarita, en honor a las nueve décadas de la señora González.
El rostro de satisfacción por el gran privilegio de ver a sus hijos formar una familia, además de ver a sus nietos crecer, se hizo presente en la señora Alicia, quien con los ojos invadidos por ligeras lágrimas de felicidad, agradeció a Dios por la inmensa oportunidad de llegar a los 90 años de vida. Al terminar la misa de acción de gracias, hijos y nietos aprovecharon la ocasión para tomarse la fotografía del recuerdo, con la mujer que en todo el trayecto de su vida ha estado presente para apoyarlos en las buenas y las malas: la señora Alicia.
La celebración por los 90 años continuó en el Centro de Convenciones en Villas de Irapuato, recinto al que acudieron los seres queridos de la festejada.
Abrazos, buenos deseos e infinidad de bendiciones se hicieron presentes en este memorable acontecimiento.
Emprendedora y consentidora
“Los hijos nos hacen madurar, los nietos nos hacen rejuvenecer”, con esta frase, la señora Regina de González, describe el inmenso privilegio de ser abuela.
Ese rejuvenecer del que habla la señora Regina, llegó hace 14 años a su vida, con el mayor de sus cuatro nietos.
La señora define que ser abuelos, es un vínculo especial, basado en la ternura y el cariño, que enriquece su vida.
Tener a su primer nieto por primera vez entre sus brazos, es una experiencia incomparable. “Es una inmensa alegría, una inyección de vida, porque significa recuperar y compartir la ilusión de volver a estar con niños pequeños”.
Regina y su esposo Jorge González, están agradecidos con Dios por el inmenso privilegio de disfrutar de una etapa totalmente diferente, la de ser padres, pues desde hace 14 años, se convirtieron en los abuelos consentidores.
Y no sólo es abuela, entre sus roles de la vida, su pasión por ayudar a los más necesitados, la define como una mujer bondadosa, sensible y preocupada por contribuir un poco en el bienestar de la sociedad.
Ella ha formado parte de la Mesa Redonda Panamericana y actualmente es vicepresidenta de Club Rotario InternacionVal de Damas.
Entre roles, de madre, esposa, amiga y abuela, asegura que todo en conjunto la inyecta de vida, junto a su esposo siempre tratan de inculcarles a sus nietos los mismos valores con los que fueron educados sus hijos. “Estoy convencida que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo” .