El alcalde de Abasolo, Abel Gallardo Morales, indicó que se apoyará a los ejidatarios de Peralta que dicen no haber recibido el pago de las tierras donde se recuperaron las pirámides de la zona arqueológica y ordenó una investigación, mientras que el INAH y el Instituto de Cultura del Estado, guardaron silencio ante la demanda de los afectados que dicen no haber recibido algún beneficio para su comunidad por el área turística.
La existencia de pirámides en la comunidad de Peralta ubicada en el municipio de Abasolo, era un secreto que fue guardado celosamente a través de varias generaciones de los habitantes que pertenecen al ejido La Meza donde está la hacienda de Peralta, pero ahora los ejidatarios se sienten despojados de la propiedad que sigue siendo suya.
El secreto fue guardado por el temor de los ejidatarios a ser despojados de su patrimonio, donde sembraban maíz por el método de temporal, pues por la altura no había forma de llevar agua para el riego.
Nicolás Ramírez Arredondo explicó que “yo no tengo permiso de entrar a la zona, nosotros no hemos obtenido un beneficio para la comunidad, quedaron en darnos un porcentaje de las entradas y reparar nuestras calles o casas, Pemex (Petróleos Mexicanos), nos donó asfalto para el camino por la gestión de un diputado, quedaron en hacer un camino exclusivo para la comunidad y no se hizo”.
“Soy ejidatario, no me han afectado hasta el momento en mis parcelas, pero los ejidatarios tenemos la libertad de pasar por los caminos, al rescatar las pirámides se afectó a 10 ó 15 personas, no les han pagado todo, la Procuraduría Agraria no ha cambiado ni enajenado las tierras, aún todos tenemos los títulos de propiedad”, dijo Nicolás Ramírez.
También el hombre que se ha dedicado a la agricultura toda su vida indicó que “nos quieren correr, a mi no me dejan andar por aquí, porque reclamo para mis compañeros ejidatarios, les dan trabajo temporal, firmamos nóminas para que nos paguen”.
Nicolás Ramírez agregó que en la zona arqueológica se encontraron “como unas 200 piezas que sabemos están en Michoacán y he pedido que las traigan y me corren, estuve trabajando en las excavaciones y quieren que uno haga todo lo que ellos dicen”.
Por sus reclamos el ejidatario se dijo víctima de persecución de las autoridades federales y estatales.
“Fui al Ministerio Público, me demandaron de robar piezas, han buscado y se han dado cuenta que no soy ladrón, me piden que traiga un gafete para pasar a mis tierras”, expresó el ejidatario.
“Hay 5 ejidatarios que tienen trabajo, y a los demás nada, nadie quiere hablar de esto porque tienen miedo a las demandas del Instituto de la Cultura, somos personas que no sabemos qué hacer, la comunidad es grande, nunca llegaron beneficios para nuestra comunidad, espero y el Gobierno vea esto y se den cuenta cómo se está administrando la zona arqueológica, el Instituto de Cultura es el responsable de esto, de la Administración y el INAH se concreta a rescatar las zonas”, terminó diciendo Nicolás Ramírez..
Guardan silencio
Por temor a ser objeto de demandas, otros 2 ejidatarios pidieron que se conservara su anonimato y expresaron que el área donde se encuentran las pirámides conocidas como El Divisadero y La Mesita, es de 20 hectáreas donde existen las 2 pirámides, propiedad de los 13 ejidatarios.
“Hace muchos años, cuando era pequeño, usábamos la loma para hacer el Viacrucis, y un Viernes Santo, cuando el hombre que personificaba a Cristo iba a ser crucificado, se movió la tierra y un bloque de hierbas con tierra se cayó dejando al descubierto un muro de las pirámides conocidas como El Divisadero, los que estaban ahí, prometieron no decir nada porque podría llegar el Gobierno a quitarles la tierra”, dijo uno de los ejidatarios.
El hombre de edad madura continuó diciendo que “en el año 1995, los 13 ejidatarios afectados, recibimos nuestros títulos de propiedad y en agosto del 2002, comenzaron los trabajos de escarbar la tierra, durante 10 años han descubierto poco a poco las pirámides, aunque fácil, en todo el lugar y hasta dentro de la comunidad hay pirámides”.
“El arreglo a plática que tuvimos, fue que nos iban a pagar las tierras, nos iban a dar permiso para vender artesanías, hacer un fideicomiso para ayudar a uno de los ejidatarios que no tenía dinero para comer y que nos dieran trabajo, pero sólo cumplieron con contratar a unos”, puntualizó.
Javier N, dijo en entrevista separada que “a unos les dieron una parte de dinero, el pago fue de entre 3 y 8 pesos el metro cuadrado, lo que significa que por hectárea al que más le pagaron fue 8 mil pesos, las autoridades se metieron a la tierra sin avisar, porque dijeron que estaban en un bien nacional”.
Unos de los ejidatarios se fueron a Estados Unidos a trabajar, cuando regresaron vieron que sus tierras estaban siendo excavadas y supieron que perdieron las parcelas donde a veces encontraban trozos de ollas, obsidiana y otros objetos prehispánicos.
Por tal motivo, los ejidatarios que eran dueños de las tierras para sembrarlas, ahora se dedican a cortar mala hierba que quiere crecer en los muros de las pirámides y no quieren tocar los temas por temor a perder su única fuente de ingresos que es su empleo.
Por “política”, ningún empleado del museo o de las ruinas ubicadas en las pirámides de Peralta, pueden hablar con medios de comunicación, y tampoco hay acceso al lugar a reporteros que quieran publicar algo sobre la zona arqueológica.
Investigarán lo sucedido
El presidente municipal de Abasolo, Abel Gallardo Morales señaló que “reconozco a las autoridades que en su momento tuvieron a bien hacer las gestiones para el descubrimiento de la zona que es un distintivo para Abasolo, pero hace falta mucho trabajo para aprovechar ese lugar, paseos turísticos para que no sólo vean las pirámides, que se queden a comer, se lleven un recuerdo y que los mismos habitantes vendan sus productos”.
Finalmente el Presidente Municipal refirió que “la directora –de Desarrollo Urbano- presentará un informe y retomaremos el tema, no queremos llegar a una resolución de un juez porque lleva otros gastos, entonces mejor hacer las cosas en su tiempo, sabemos que podemos destinar recursos del fondo 2 del Ramo 33 para este tipo de casos, sin embargo vamos a tratar el caso con Gobierno del Estado, con Tenencia de la tierra”.
El fideicomiso
Para conocer la versión del Instituto de Antropología e Historia Delegación Guanajuato, AM contactó con la oficina de Gisela Cuén, pero dejó el cargo el lunes y la Coordinación de Comunicación Social de la dependencia con oficinas en el Distrito Federal a cargo de Arturo Méndez, indicó que “se está compilando la información y con motivo del cambio de delegado posteriormente se difundirá la situación jurídica en que se encuentra la zona arqueológica de Peralta.

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