El gobernador del Estado Miguel Márquez Márquez señaló que los altos índices de violencia en Guanajuato son gracias a la cultura machista tan arraigada de la sociedad, que deben cambiar con las leyes impuestas por el Congreso del Estado y la educación de los padres a los hijos.
Según datos de la Secretaría de Salud Federal, Guanajuato es el estado con más casos de violencia y lesiones a mujeres, que tan sólo en 2013 se han presentado más de 5 mil casos.
Las cifras indican que el 95% de las personas atendidas por la Secretaría de Salud son mujeres, lo que debería ser un signo de alarma en el estado, la sociedad y las personas que sufren de violencia, quienes pocas veces denuncian.
“Nosotros debemos tener mucho cuidado, como padres de familia sobre todo con nuestros hijos, el respeto a la mujer, el espacio y la promoción de la mujer”, dijo.
El gobernador de Guanajuato señaló que está en desacuerdo en que el estado ocupara el primer lugar en violencia contra la mujer, pues comentó que siguen de cerca los casos de violencia de género y no era el primer lugar, según cifras oficiales.
“Voy a aclarar, Guanajuato no está en primer lugar, eso no lo comparto y están las estadísticas oficiales”, dijo el gobernador Márquez Márquez.
Márquez Márquez comentó que el Gobierno está al tanto a los casos de violencia a través de los Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (Cenavi), en los 46 municipios, que son atenciones pagadas por el Estado, pues es una situación que crece en Guanajuato.
Comentó que para disminuir las cifras, los municipios, organismos civiles y los ciudadanos también deben contribuir en entender que se debe rescatar principalmente a los niños de esta situación, para que no actúen de manera machista al crecer.
En el estado existen leyes como Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pero hasta el momento van 37 feminicidios y se continúa superando en violencia a la mujer a estados como Michoacán con 3 mil 102 casos de atención a mujeres violentadas.
Sin embargo, y pese a las cifras emitidas en instancias federales, la situación parece no ser vista como un riesgo quienes gobiernan el estado, que a lo largo del año se han negado a interponer una alerta de género, al no verla necesaria.
