Luis Rivera es un estudioso del Salto de Longitud, de la importancia que tiene la velocidad en la carrera, la solvencia para dar la última pisada antes del vuelo, de los referentes de la competencia.
Con modesta experiencia en las grandes citas del atletismo, Rivera precisa tenerlo todo en perfecta armonía cuando hoy salga a la fosa del Estadio Luzhniki en busca de una inédita medalla para México en una modalidad de campo.
El atletismo mexicano acumula 11 preseas en su historia en los mundiales, sobresaliendo las gestas doradas de Ana Guevara en los 400 metros y Ernesto Canto en la marcha, pero hasta ahora nadie ha podido destacarse en las pruebas de saltos y lanzamientos como lo ha hecho Rivera, quien llegó a Moscú como el número uno de la clasificación mundial
El mes pasado, al ganar el título de la Universiada en la ciudad rusa de Kazán, Rivera brincó 8.46 metros, la mejor marca que se ha fijado en la prueba en los últimos dos años.
Ser la sensación de la temporada es algo a lo que el Ingeniero Industrial, de 26 años, oriundo de Agua Prieta, en el estado de Sonora, ha tenido que adaptarse con premura.
Rivera subrayó que el verdadero reto era superar la ronda de clasificación a la final. Es lo que los saltadores más temen. En el caso del mexicano, no aseguró su pase hasta el tercero y último intento, con un registro de 8.04 metros.
Gracias a un salto de 8.25 metros en su primer y único intento de la eliminatoria, el español Eusebio Cáceres quedó señalado entre los favoritos a la medalla de oro.
Pero Cáceres también entiende que todo puede cambiar: “La final es otra cosa, otra hora, otras circunstancias, otro día”, planteó.
“Es un saltador muy rápido y no pierde nada de velocidad en la tabla”, comentó Rivera sobre el español. “Muchos saltadores corren muy rápido y a la hora de la tabla como se frenan un poco. Eusebio, por la técnica que tiene de las tijeras, no pierde. La velocidad que desarrolla en la carrera la traslada muy bien al salto”.
También en competencia el ruso Alexander Menkov, que recibirá el aliento de sus compatriotas. Y con 35 años encima, el estadounidense Dwight Phillips quiere despedirse por la puerta grande con un quinto campeonato.
“A Phillips no lo puedes descartar nunca”, dijo Rivera.
No tendrá marcas notables esta temporada (su 7.95 logrado el miércoles es su mejor registro del año), aún no pisa firme tras la lesión en el talón de Aquiles que le dejó fuera de Londres, pero Phillips se sabe de memoria el trámite: “Cuando estoy en la final, sé cómo ganar. Lo he hecho tantas veces”.

Logra la gloria en tres saltos

Unas 24 horas antes de su cita con la historia, Caterine Ibargüen se llevó un susto.

En vez de entrenarse previo a la final del salto triple con el Mundial, la colombiana debió encerrarse en su hotel tras sufrir cólicos.
Pero absolutamente nada le iba a impedir escribir su propia página de gloria en este vibrante año del deporte colombiano.
“Me puse muy mal, estuve muy enferma, pero tenía que hacer lo que tenía que hacer”, dijo Ibargüen.
El malestar desapareció y la saltadora fue por el título con valentía y así conquistó la primera medalla de oro de Colombia en un campeonato del mundo.
“Será la primera medalla de muchas más que vamos a ganar”, declaró Ibargüen. “Estoy muy emocionada, sé que he hecho historia para mi País”.
Ibargüen triunfó con un brinco de 14.85 metros -el mejor de la temporada- para superar por cuatro centímetros a la rusa Ekaterina Koneva, que se llevó la plata. La ucraniana Olha Saladuha ganó bronce con 14.65 metros.

Gordon se lleva los 400

Félix Sánchez había señalado a Jehue Gordon como el favorito para ganar la final de los 400 Metros en el Mundial de Atletismo, y atinó.

Tras un demoledor empuje en la recta final, el trinitario se estiró sobre la meta para superar estrechamente al estadounidense Michael Tinsley.
Lo triste para Sánchez es que no pudo hacer realidad su ambición de ganar un tercer oro en los mundiales, y el extraordinario corredor dominicano tampoco pudo encontrar consuelo con otros colores en las preseas.
“Estoy vivo”, comentó Sánchez, el campeón olímpico en 2004 y 2012, y que buscaba conseguir la mayor cantidad de títulos mundiales en la disciplina. “Se me fue el ritmo tras la segunda valla. En este nivel no se pueden cometer errores y menos dos. Me costó una medalla”.
Gordon cronometró 47.69, superando por una centésima a Tinsley, ganador de la plata olímpica el año pasado. El serbio Emir Bekric se llevó el bronce con 48.05.
El cubano Omar Cisneros quedó cuarto con 48.12, seguido por Sánchez (48.22) y el puertorriqueño Javier Culson (48.38).
Culson quedó fuera de la repartición de medallas tras conseguir sendas preseas de plata en las dos ediciones anteriores y el bronce en los Juegos de Londres.
Evidentemente enfadado con su resultado, Culson declinó dar declaraciones.
Sánchez por su parte, caviló sobre su pasado, presente y futuro.
Habló de sentirse orgulloso por una carrera cargada de gloria deportiva para la República Dominicana, una trayectoria que emprendió con el Mundial de Sevilla 1999.

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Años tiene Jehue Gordon, el trinitario que se llevó la medalla de oro.

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Medalla de oro en esta prueba de 400 metros tiene Félix en su carrera.

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