Pese a que se intenta rescatar al Centro Histórico, los ladrones se llevan hasta las tapas de registros eléctricos de la plaza Miguel Hidalgo.
La tarde de ayer, elementos de la preventiva, ahuyentaron a una mujer que sufre trastornos mentales pero desprendió otra de las placas metálicas que los ladrones venden con chatarreros.
Fue una mujer, quien la tarde de ayer se acercó a un grupo de policías turísticos del municipio, para darles aviso, sobre la existencia de una mujer que aparentemente se encuentra afectada de sus facultades mentales, quien extraía una de las tapas de metal que protegen instalaciones eléctricas en la plaza Miguel Hidalgo.
El metal se encuentra colocado en el perfil de los postes de protección en la calle Guerrero.
Los policías municipales se dirigieron al punto y fueron recibidos a insultos por parte de la mujer que deambula en el Centro Histórico.
“No podemos hacer nada más que prevenir que esa mujer se lleve las tapas, porque no existe aquí un lugar a donde la podamos remitir o ingresar, por su condición mental”, dijo uno de los policías municipales.
La mujer se retiró y quedó colgando fuera de uno de los postes de protección que miden poco más de medio metro la caja eléctrica.
Pese a la intención del municipio, el adoquín de la calle Guerrero, presenta algunos hundimientos y en lo referente a las tapas de metal de los postes de protección, al menos tres han sido robadas.
Además del graffiti que afecta a edificios, el vandalismo daña obras que fueron hechas para embellecer al Centro Histórico como lo que ocurre en las columnas de la plaza Miguel Hidalgo así como las tapas de registros de agua potable, cuya calidad no fue buena y se rompieron dejando un agujero por donde los peatones pueden lastimarse algún pie en caso de caer dentro de los registros en forma accidental.
