Fuerzas de seguridad brasileñas se acusaron mutuamente ayer por permitir que una muchedumbre frenética de católicos se abalanzara sobre el Fiat que movilizaba al Papa Francisco del aeropuerto al centro de Río, donde lo esperaba un carro similar a un papamóvil, que el Pontífice abordó después para saludar a los fieles que allí lo esperaban.
El caos del lunes en la tarde arrojó, además, varios interrogantes acerca del plan de seguridad para proteger al Santo Padre, y sobre quién es responsable de llevarlo a cabo.
Nadie asumió la responsabilidad por las escenas que alertaron a muchos, incluyendo a altos jerarcas de la Iglesia, y que se iniciaron cuando el conductor del Fiat que llevaba al Papa del aeropuerto al centro de la ciudad se equivocó de carril al seguir al primer coche de la caravana oficial.
Aún se desconoce quién manejaba ese primer vehículo, o para qué institución trabajaba el conductor.
La Policía Federal de Brasil está a cargo de la seguridad del Papa en Brasil a excepción del viaje a una zona rural de Río este fin de semana, donde el Ejército dijo que garantizará la seguridad del potrero donde se va a celebrar una misa.
Policías federales que controlan la seguridad del Papa en las zonas urbanas de Río dijeron a la prensa local que la culpa del impasse del lunes era de la Policía Federal de Caminos. Pero los policías de carreteras dicen que ellos sólo siguieron especificaciones establecidas por los federales.
Ninguna de las fuerzas devolvió las llamadas realizadas por The Associated Press ayer en busca de más información.
Entre tanto, la oficina del Alcalde de Río dijo que no sabía nada de la ruta que tomó el Papa desde el aeropuerto hasta el Centro de la ciudad y hasta el secretario general de la presidente Dilma Rousseff dijo que no sabía quién era el culpable del caos vehicular, pero que se sentía estaba “aliviado” de que Francisco hubiera salido ileso.
El secretario de Transporte de Río, Carlos Osorio, dijo que el Fiat en el que viajaba Francisco se pasó al carril equivocado de la avenida Presidente Vargas, de 12 carriles. En lugar de tomar los de la izquierda, libres de tráfico, el carro tomó los de la derecha, que estaban atestados de autobuses y taxis, lo que detuvo el automóvil donde viajaba Francisco.
Lo sucedido el lunes no proyectó la imagen de seguridad y confianza para una nación que vive protestas generalizadas desde hace un mes en contra de las políticas del Gobierno, y que han paralizado decenas de ciudades, y que será el anfitrión de la Copa del Mundo en junio de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
‘Me alarmé’
“Yo fui uno de esos alarmados”, dijo el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. “Yo lo amo (a Francisco) y no quiero otro cónclave. Acabamos de terminar uno, así que no necesitamos que le pase algo, así que quizá necesitan ajustar la seguridad un poquito”.
“La gente de Brasil, la gente de América Latina tiende a ser entusiasta por naturaleza, simplemente son muy dinámicos en su fe”, agregó.
“El entusiasmo, la bienvenida exuberante, esa no es la sorpresa. Esperábamos eso. La sorpresa fue él, que dijera ‘no necesito seguridad’, ‘no necesito ese carro’. Pienso que ahora él sabe que lo necesita”.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que pese a las multitudes, Francisco no va a cambiar su decisión de utilizar un vehículo similar al papamóvil sin blindaje, incluso para los eventos multitudinarios que siguen: el discurso que va a pronunciar en Copacabana y la procesión.

Agradece por Twitter

El Papa Francisco agradeció lo que calificó como una cálida bienvenida en Río de Janeiro, donde cientos de miles de personas lo recibieron ayer en las principales calles de la ciudad.

“Gracias. Gracias. Gracias a ustedes y a las autoridades por haberme dispensado una acogida tan cálida en tierra carioca”, escribió el Pontífice en su cuenta de Twitter.
“La Iglesia es joven y esto se percibe muy bien en la JMJ. Que el Señor les mantenga siempre a todos ustedes jóvenes de corazón”.
Francisco llegó ayer a suelo latinoamericano para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud.
Fiel a su estilo, el Papa recorrió primero en un auto tradicional y luego en un papamóvil con mínimo blindaje las calles de Río de Janeiro, donde cientos de miles de fieles sonrientes extendían sus brazos para poder saludar al Pontífice.
En un momento, el auto que llevaba al Papa desde el aeropuerto se equivocó de ruta y quedó atrapado en el tránsito carioca.
Al respecto, El Vaticano reconoció hoy el “pequeño error”, pero dijo que en parte se debió a la “extraordinaria recepción”.

Aguardan miles en Aparecida

La imagen de la Virgen de Aparecida, santa patrona de Brasil, aparece en calcomanías, en los negocios y en las cadenas de oro que lucen las mujeres de este inmenso país. Hay réplicas de la pequeña estatua de arcilla en las mansiones más suntuosas y en las casuchas más humildes.

El Papa Francisco, el primer Pontífice de las Américas, viaja hoy a esta región agrícola de plantaciones de caña de azúcar para visitar la gigantesca basílica donde se encuentra esta especie de Virgen María brasileña. Y donde la Policía encontró un explosivo de fabricación casera en un baño público cercano a la basílica en el primer día de la visita del Papa. No parecía estar destinado al Santo Padre.
El Vaticano dice que el Papa argentino insistió personalmente en agregar esta visita a su agenda, la cual será seguida de cerca por millones de católicos que veneran a Aparecida en todo el mundo.
El chofer de taxi de Río de Janeiro, Wellington Damiao es uno de ellos.
“Mi madre era devota de ella, yo lo he sido toda mi vida y ahora el paso esa devoción a mis hijos”, expresó Damiao. “Nunca le pedí nada porque considero que debemos dar las gracias, no pedir cosas todo el tiempo”.
Venerada a lo largo y ancho de Brasil, la Aparecida es vista también como la diosa del amor y la maternidad en una religión brasileña con raíces en África occidental.
Además, su piel morena hace que resulte particularmente atractiva a negros y mestizos, comunidades que representan la mitad de la población de Brasil.

Todo sobre la Jornada de la Juventud

¿Qué es la Jornada Mundial de la Juventud?

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un evento organizado por la Iglesia católica que busca reunir al Papa con millones de jóvenes de todo el mundo.
Como parte de la JMJ hay cinco actos centrales usualmente liderados por el Papa, así como eventos culturales, catequesis, y reuniones oficiales con funcionarios públicos. Los actos centrales son una misa de apertura, la bienvenida oficial, el Viacrucis, una vigilia y una misa de envío.
En cada edición internacional de la JMJ se elige un lema distinto y se da también el recorrido de los símbolos de la JMJ, la Cruz de los Jóvenes y una copia del “Salus Pópuli Romani”, una imagen de la virgen.
El lema de esta jornada es “Id y haced discípulos a las naciones’’, es decir: evangelizar y proclamar la fe cristiana en el mundo.

¿Cuándo comenzó y cuándo se realiza?
En 1984 se celebró con el Papa Juan Pablo II el Encuentro Internacional de la Juventud en El Vaticano, donde el Papa entregó la Cruz de los Jóvenes a miembros del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo. El año siguiente, declarado Año Internacional de la Juventud por la ONU, Juan Pablo II anunció la institución de la JMJ que se celebró tres meses después durante Semana Santa.
A partir de 1986, la JMJ se turna entre una celebración internacional, organizada en distintas ciudades en diferentes meses, y una diocesana, que siempre se celebra en la Plaza de San Pedro el Domingo de Ramos, primer domingo de la Semana Santa.
¿Dónde se ha llevado a cabo?
Durante el papado de Juan Pablo II se llevaron a cabo en Roma (1986), Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela, España (1989), Czestochowa, Polonia (1991), Denver (1993), Manila (1995), París (1997), Roma (2000) y Toronto (2002).  La primer JMJ con el Papa Benedicto XVI fue en Colonia, ciudad de su natal Alemania (2005), seguido por Sidney, Australia tres años después y Madrid (2011).

¿Cuánta gente participa?
La edición con mayor cantidad de participantes hasta ahora fue la JMJ de Filipinas en 1995, que convocó a alrededor de 4 millones. Los números oficiales para ediciones posteriores han fluctuado entre un millón y medio, y 3 millones de participantes, con un declive particular en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II.
En la JMJ de Brasil, el país con mayor cantidad de católicos en el mundo (123 millones de una población de 194), se esperan 1.5 millones de jóvenes durante los cinco días del evento. Se prevé también que acudirán 400 mil personas a la ciudad de Aparecida, donde se llevará a cabo la misa el 24 de julio, aunque por cuestiones de seguridad sólo podrán ingresar 15 mil personas a la basílica.

¿Qué eventos forman parte de esta edición de la JMJ?
Aunque el Papa llegó el lunes a Río de Janeiro, donde se reunió con la presidenta Dilma Rousseff en el Palacio Guanabara. Ayer no tuvo actividades públicas programadas. Por la noche, la Iglesia católica inauguró con la presenta de cientos de miles de peregrinos la Jornada Mundial de la Juventud, pero sin el Papa.
Hoy el Papa Francisco se trasladará a Aparecida, ciudad aproximadamente a dos horas de Sao Paulo, donde se llevará a cabo la misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Concepción.

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