Realizan por primera vez una “Marunada”, familiares se reencontraron para recordar sus orígenes libaneses, y afianzar los lazos de unión de quienes llegaron a este País entre los años 1910 y 1915.
Fue esta sin duda una grata experiencia, sobre todo al reunir y recordar las experiencias de cinco generaciones, todas ellas enraizadas en los señores José Elías Marún y Amalia Francis, que llegaron huyendo del Líbano por la invasión de los otomanos haciendo su arribo a México por Veracruz, de ahí a Lagos de Moreno, después de León y finalmente San Francisco del Rincón.
José Elías Marún y Amalia Francis, llegaron con tres hijos, Elías, Raquel y Rosa, y procrearon cuatro más en este País, ellos fueron: Miguel, Juan, Margarita y Toño. En su recorrido por nuestro País, dos de los hijos de este matrimonio se quedaron a vivir en El Oro, municipio del Estado de México, ramificándose así la familia en diversas partes de la República.
Fue por ello que en días pasados, esta familia decidió reunirse y afianzar las cinco generaciones “Marún”, que ahora como antes se han dedicado al comercio, tal y como lo hacía los bisabuelos.
La “Marunada”, tuvo lugar en el salón de los Candiles del Club de Leones, reuniendo a casi 200 miembros de esta bella familia, de los cuales algunos se conocían y otros empezaron a afianzar sus lazos sanguíneos para reforzar sus orígenes.
Como parte significativa de esta reunión se encontró la más longeva de los Marunes: Eva Marún Díaz, así como los tíos que conforman la tercera generación: Tere, Enrique, Reinaldo, Jorge, Toño, Trini, Memo, Miguel y Carlos, todos ellos con apellido Marún.
Viniendo también para esta significativa experiencia familiar, visitantes de Morelia, el Estado de México, León, San Francisco del Rincón y Canadá.
El protocolo se realizó comenzando con una misa de acción de gracias, donde se pidió por todos los ausentes, en seguida se nombró a cada una de las familias asistentes, quienes se presentaron con hijos, nietos y bisnietos, conformando así el árbol familiar para la posteridad.
Comida, baile, convivencia y recuento de anécdotas y experiencias fueron parte de esta reunión, que concluyó con el intercambio de fotografías, recuerdos y la promesa de una “Marunada” más el próximo año.

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