La tierra se abrió tras el reblandecimiento de la tierra en una parte del bulevar Arandas, que al final provocó un socavón de seis metros de profundidad y un diámetro de entre 4 y 5 metros.
Estos datos oficiales fueron corroborados por Israel René Martínez Negrete, jefe de turno de Protección Civil Municipal.
Se generó aparentemente tras la ruptura de la red (tubería) de drenaje que provocó la fuga de agua y la humedad del tepetate.
Ayudado también por las lluvias constantes en la ciudad y de la humedad, que al final provocaron el hundimiento, seguido del paso frecuente de vehículos de carga y camiones de urbanos.
Ayer, alrededor de las 8:30 de la mañana, un tráiler cargado de fertilizantes ingresó a una bodega ubicada sobre el bulevar Arandas, a la altura de la calle Colombia, del fraccionamiento La Hacienda.
Dice el operador que al maniobrar por el bulevar, se percató que la tierra se movía, como si estuviera temblando.
Segundos después, pasó un camión urbano, pero justo cruzó cuando la tierra se hundió en segundos y provocó un hoyo de 6 metros de profundidad, y pronto, se filtró el agua del drenaje.
Cuatro elementos de Protección Civil se trasladaron al lugar, verificaron la magnitud del orificio y al verlo, decidieron pedir el apoyo de la Policía Vial para cerrar el paso vehicular hasta valorar el riesgo.
“No hay un riesgo mayor, fue un deslave, es la primera vez que tenemos en la ciudad un deslave de esa magnitud, pero estará JAPAMI al frente de la reparación”, refirió Martínez Negrete.
“Ahí perfectamente pueden caber tres vehículos, uno encima de otro, está muy grande, el deslave dañó la red de drenaje y eso provocó el hundimiento”, mencionó un empleado de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Irapuato.
Uno de los empleados de la bodega de fertilizantes platicó que sólo cimbró la tierra y al salir se percataron cuando la tierra se hundía y se ‘tragaba’ el piso del bulevar.
“Se escuchó feo, cimbró todo como si hubiera temblado la tierra, pensamos que se tragaría todo, pero nada más fue esto y dejó de cimbrar”, relató el trabajador.
Durante el resto del día, alrededor de 12 empleados de JAPAMI estuvieron realizando los trabajos de rehabilitación y colocación de varias toneladas de tepetate para reparar el bulevar y volver a retomar la circulación.
De acuerdo al personal de Protección Civil, personal de la Junta de Agua Potable se comprometió a compactar bien con tepetate para dejar nuevamente el bulevar en el mejor estado y en el menor tiempo posible para evitar congestionamientos.
Aparecen dos socavones más
Medía hora después del hundimiento en el bulevar Arandas, Protección Civil Municipal recibió el reporte de otro socavón en la colonia Irapuato y otro más en la colonia Moderna, no de la misma magnitud del registrado en el bulevar Arandas.
Tras las inundaciones, luego de la tromba que cayó la noche del miércoles en la ciudad, el estancamiento de agua provocó otro hoyo entre las calles Villa Rosita e Higuera, al sur de Irapuato.
Sucedió tras la fuga de agua de otra red de drenaje, debido a una ruptura de la tubería que se agravó con el estancamiento de agua de lluvia en el lugar.
Ese hoyo tenía poco más de un metro de diámetro y dos metros de profundidad, también se vieron obligados a cerrar una parte de la circulación por ese tramo, hasta que fue reparado totalmente.
Los trabajados de reparación tardaron cuatro horas, y estuvieron coordinados por Raúl Gutiérrez, jefe de zona de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Irapuato (JAPAMI).
En el lugar hicieron la reparación de la red de drenaje, colocaron tepetate y el cimiento de cemento para sellar totalmente el pavimento y permitir nuevamente el recorrido vehicular.
El tercero es de 60 centímetros y tiene de profundidad 2.5 metros en la colonia Moderna, en la calle Florencio Antillón, entre Francisco Sarabia y Guadalupe Victoria.
Al igual que los dos casos anteriores JAPAMI trabajó en el siniestro.
