Muchas amistades se pierden, pocas se fortalecen y se vuelven inquebrantables.

Óscar Cevallos era el mejor amigo de Jorge. Desde el pasado sábado se ha convertido en el héroe de la familia López del Toro. Sin su ayuda, José Ignacio se habría marchado para siempre.
Ese día, Óscar Ceballos, de 29 años, decidió ir a la pool party celebrada en Granjas El Palote.
No hubo invitaciones personales, el evento se mencionó por Facebook. La fiesta iniciaría a la una de la tarde del sábado 15 de junio.
Óscar, de la mano de su novia, dos amigos más y su hermano Jaime, llegaron alrededor de las 3:15 de la tarde a la pool party celebrada en Granjas El Palote.
“Había mucha coordinación, había personal de seguridad; justo cuando entramos estaban colocando extinguidores que pidieron de Protección Civil y vi una ambulancia en la entrada”, recordó.
Poco a poco los invitados comenzaron a lanzarse a la alberca y aventar a sus amigos.
El caos
A las 6 de la tarde en punto inició el show.
Óscar y su novia se pusieron batas que les otorgaron y salieron de la alberca.
“En eso llegaron dos del grupo Jäger y pusieron una cinta a la mitad de la alberca; luego dos con overol naranja, echaron un líquido a la alberca.
“El efecto visual estaba muy padre por eso todo mundo sacó sus celulares y cámaras para grabar y sacar fotos”, enfatizó.
En esos momentos una edecán entró a la alberca y en segundos cayó desmayada.
“Empezaron a sacarla y pensé: debe de estar tomada y por eso se desmayó”, pero después de que sacaron la segunda fue que dijimos: ‘¡caray, qué está pasando!”.
En el otro extremo comenzaban a sacar a más gente inconsciente y comenzó el caos.
“En el fondo vi un cuerpo, empecé a gritar ¡sáquenlo! pero unos trataban de salir primero y los que estaba afuera se quedaron en shock, no hacían nada. Sin pensarlo, me metí y con las manos sentí que eran varios cuerpos”.
Óscar no supo en un principio que el primero que rescataría sería Nacho, el hermano menor de su mejor amigo.
Después pudo sacar a su amigo Roberto y regresó junto con su hermano Jaime para sacar a un tercer inconsciente.
“En eso mi novia alterada me gritó “¡salte, salte!”, fue cuando pensé que podría pasarme eso a mí”.
Afuera la gente comenzó a desesperarse, unos se peleaban y otros pedían denunciar a los organizadores.
“Yo pensé que había varios muertos, estaban morados y con los ojos volteados”.
Con José Ignacio estaban dos guardias de seguridad tratando de reanimarlo.
“Uno de ellos me dijo ‘Es el hermano del Toro (Jorge López del Toro)’ y lo reconocí por la cicatriz en el pecho que tiene de una operación desde chiquito”.
Óscar se quedó en shock y en un momento quería irse.
“Me sentía como en un campo de batalla por ver cantidad de cuerpos de muchos que conocía, después me quedé por Nacho, ¿cómo le voy a llamar y decir a su hermano lo que pasó?, me pregunté”.
Uriel Murillo, un guardia de seguridad, logró reanimar un poco a Nacho, le dio respiración de boca a boca y el joven de 20 años volvió a tener color en su piel.

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