Por desorganización y hasta ignorancia, propietarios de sembradíos dejande producir en amplias extensiones de tierra.
Un origen es la migración, los precios de cosecha bajos y deterioro de mercadeo de productos, así como la aversión de granjeros a los nuevos proyectos de producción.
En el municipio existen 6 mil 150 hectáreas cultivables y de éstas, hay ciclos que únicamente se siembra la mitad y otros registran un máximo de 5 mil hectáreas cultivadas.
Juan Chávez Calderón, director de Fomento Agropecuario, informó que las siembras tradicionales son principalmente sorgo, maíz y trigo, y las superficies particulares poseen un beneficio de 6 toneladas.
El titular explicó que el ciclo agrícola Otoño-Invierno, se cultivaron mil 200 hectáreas de trigo, cebada y hortalizas.
En el actual ciclo de Primavera-Verano, en la superficie de temporal fueron reconocidas 4 mil 950 hectáreas y mil 200 de riego, siendo de maíz, sorgo y frijol.
En el caso de la localidad, la explotación en invernadero es sólo del 2%, ya que no son más de 50 las hectáreas que se cultivan bajo invernadero.
SISTEMAS COMUNES
Los sistemas de riego controlado más comunes es el de aspersión que radica en simular la lluvia en forma uniforme y localizada, fiscalizando el tiempo e intensidad, a través de una gama de aspersores para maniobrarse a diferentes presiones, espacios y tamaños.
El sistema de goteo se le designa así, porque permite la aplicación del agua de riego y los fertilizantes de forma de gotas delimitadas en la zona donde se hallan las raíces de la planta, con alta frecuencia, en cantidades rigurosamente necesarias y en el instante oportuno.
La transformación inicial por hectárea de cultivo en promedio es de 24 mil pesos o más en lo que es un ciclo de siembra, no obstante existe el riesgo como pasó este año de que la sequía acabó con grandes cantidades de cultivo, dejando producciones superficiales del 20%.
