A pesar de estar prohibido el pegar publicidad en postes y lugares públicos no autorizados, estas prácticas siguen siendo parte de la imagen urbana y una fuente de contaminación por la basura que se genera.
La dirección de Reglamentos, Fiscalización y Control a cargo de Héctor Francisco Becerra, a diario tiene que retirar carteles, panfletos y pendones no autorizados, acumulando en promedio más de 50 kilogramos de material -esto sin tomar en cuenta los que son desprendidos por la gente o por diversas causas-.
Afirmó que los eventos como bailes populares y las agencias de viajes que se promocionan son los más recurrentes en pegar indiscriminadamente y sin el permiso correspondiente, por lo que han sido directos al entregar estos negocios un aviso para invitarles a evitar este tipo de actividades que además dañan la pintura y en ocasiones complican la visibilidad en las calles.
Está penalizado
“En el artículo 27, fracción IV del bando de Policía y Buen Gobierno está estipulado que amerita una falta administrativa si se realiza esta actividad sin autorización, por lo que seremos más estrictos en su cumplimiento, ya que la gente sigue pegando sus carteles”, afirmó Becerra Morales.
“Es una pérdida de tiempo que los inspectores de la dependencia tengan que quitar el material que afecta también a casetas de teléfono, muros y demás infraestructura pública.
“Y que hasta ahora se han limitado a invitar a los infractores captados en flagrancia a tramitar su permiso -mismo que tiene un costo de 7.73 pesos por anuncio y por día-”, expresó Héctor Francisco Becerra, quien afirma que seguirán trabajando para evitar que esto dañe la imagen del municipio.
