“Por el brillo en los ojos, desde el comienzo de los tiempos, la personas reconocen a su verdadero amor” (Paulo Coelho).
Y en el brillo de los ojos de Nereira Olivares García, Miguel Ángel Grana Gutiérrez se perdió.
El roce de miradas y el indudable brillo en su mirar, marcó el comienzo de una bella relación de amor.
Cada nuevo amanecer, Nereira y Miguel Ángel escribían su propia historia de amor, que tiempo después los llevó a dar el siguiente paso al unirse en matrimonio.
A un año y medio de noviazgo, con el anhelo de vivir por siempre su verdadero amor, los enamorados entrelazaron sus vidas a través del sacramento del matrimonio.
El “Sí, acepto”, por ambas partes causó en los testigos de su unión gratas satisfacciones, que fueron demostradas a través de buenos deseos y bendiciones.
En el enlace matrimonial, Nereira contó con la presencia de sus papás, los señores José Luis Olivares Campos y María del Carmen García Corona.
Miguel Ángel estuvo acompañado por sus papás, Paulina Gutiérrez Alfaro y Alfredo Grana Luna.
La finca Santa Julia fue el lugar de la mágica tarde-noche de felicidad, bendiciones y grata compañía.
Ante sus amigos y familiares, los enamorados bailaron su esperado primer vals de casados a cargo del tema “Por ti volaré”.
“…Por cielos y mares hasta tu amor, abriendo los ojos por fin contigo viviré…”. Y por fin unidos y para siempre se encuentran Nereira y Miguel Ángel al comenzar a escribir una nueva etapa en sus vidas como esposos.
