Los graves daños estructurales en la infraestructura del preescolar Rosaura Zapata, en San Francisco, han obligado a las autoridades educativas determinar la reubicación de los 215 alumnos dado el inminente peligro en contra de su integridad, a aulas provisionales ubicadas en un terreno junto a la escuela.
Las cuarteaduras en todos los salones y suelo del patio y desniveles en el piso de la mayoría de las aulas comenzaron a notarse hace ya año y medio aproximadamente, situación que fue notificada a la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación (USAE) del municipio, sin embargo, sólo se limitaron a hacer toma de fotografías para documentar el estado de las instalaciones, pero no hubo seguimiento.
Así lo afirma la mesa directiva de la institución -cuya edificación tiene sólo 14 años de antigüedad- externando su preocupación, ya que el riesgo es tal que han removido algunas ventanas con el temor a que la tensión por la deformidad de la estructura causen daños a los niños o al mismo personal.
Aseguran que hasta hace un mes comenzó a notarse mayor daño, pues las grietas aumentaron de tamaño y aparecieron nuevas, además el suelo de los salones -con 3 meses de haber sido remodelado- se ha inclinado y en los techos se aprecian curvaturas.
Dado esto, acudieron con el Gobernador para presentar la situación, “y fue hasta entonces que las autoridades hicieron algo. La jefa del sector VI -Noemí Vergara- de la Secretaría de Educación de Guanajuato es la que nos ha escuchado”, añadió un representante de la mesa, al afirmar que apenas esta semana llegaron aulas provisionales para que los pequeños pudieran seguir con sus clases.
No obstante, los padres de familia están inconformes de la medida, al grado que poco menos de 40 niños acuden a la escuela -de los tres grados-, pues se quejan que es muy caluroso, hay muchos hormigueros en el terreno y malos olores por animales muertos.
Toma sus precauciones
La directora aceptó que como responsable no se arriesgará a seguir dando clases en esos salones dañados, y que está a la espera a lo que las autoridades indiquen.
Además de los daños estructurales, la institución ha sido víctima del vandalismo en las últimas semanas.
El último caso sucedió recientemente el sábado pasado, donde varias personas no identificados destrozaron vidrios, dañaron puertas e intentaron introducirse en la oficina de la dirección y en algunos salones, dañando la estructura.

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