Tal como lo interpreta el cantautor chiapaneco Raúl Ornelas “Ella me flechó el corazón con una sola mirada, esa mujer me eriza tanto la piel, esa mujer ya me tiene a sus pies…”, esa es la historia de Édgar Bravo Santibáñez, quien fue sorprendido por Ana Arellano Hernández, con una sola mirada.
La conquista comenzó y sin perder la fe, Édgar decidió invadir poco a poco el corazón de Ana, luego de varios meses, por fin Ana aceptó, correr el riesgo de emprender un bello noviazgo.
A cuatro años y cinco meses de experiencias gratificantes, Édgar y Ana tomaron la decisión de dar el siguiente paso, al firmar el acta matrimonial.
Frente al juez, la pareja prometió respeto y sinceridad. En seguida Daniel Ochoa, Pablo González, Maura Arellano y Juan Bonilla firmaron como los testigos de su amor.
Convertidos en esposos ante la ley del hombre, Édgar y Ana recibieron un bello festejo en el domicilio particular de la familia Mendoza Santibáñez.
Por varias horas, los recién casados disfrutaron de la cálida compañía de sus seres queridos y antes de llegar al final de su festejo, Ana y Édgar compartieron que será en octubre cuando unan sus vidas bajo la bendición de Dios.
