Sus deseos de vivir, el amor a su familia, a su carrera como árbitro profesional, respaldado en todo momento por su fe en Dios, hicieron de Juan Genaro Medrano un guerrero que ha ganado una de las batallas más difíciles de su vida venciendo al cáncer.
Juan Genaro Medrano Ávalos, 36 años, nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua, radica en Irapuato desde hace dos años junto con su familia, su esposa, Irasema Hernández, así como sus tres hijos: Arantza Cristina, Gael y, el más chiquito, Genaro Medrano Hernández.
Medrano pitó por última vez en la fecha 12 del Apertura 2011, en el encuentro entre Atlas y Tijuana. En ese torneo sancionó cinco partidos, vivía en Ciudad Juárez.
Sin embargo, a raíz de que había descuido en las delegaciones arbitrales para continuar siendo árbitros de Primera División, se les pidió reubicarse por su cuenta y costo en cualquiera de las cuatro subdelegaciones: Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes o Distrito Federal.
Juan Genaro optó por venirse a vivir a esta ciudad fresera, donde como él mismo lo señala, encontró a personas que le tendieron la mano incluso sin conocerlo, esto lo ha llevado a meditar el quedarse a radicar por siempre en Irapuato.
En su momento el ex árbitro Felipe Ramos Rizo denunció en medios nacionales que Medrano Ávalos padecía leucemia en segundo grado, primero le diagnosticaron anemia, luego le fue detectada la leucemia, producto de las exigencias de la Comisión de Árbitros para que los árbitros cumplan con los parámetros físicos y de grasa corporal.
En charla con Medrano Ávalos mientras observaba un partido amateur sancionado por el árbitro profesional irapuatense Víctor Bizguerra, su gran amigo, como él mismo lo señala, habló de su actual situación.
“Yo empecé en 1996 como asistente de Tercera División, a la fecha soy árbitro de Primera División, mi debut fue el 11 de agosto del 2007, en un partido Monterrey contra Puebla”, recordó.
¿Ya fue superado el cáncer?
“Ya fue superado gracias a Dios debido al trasplante de médula ósea que es punto muy importante, la operación fue en la Ciudad de México y el donador fue mi hermano. Ahorita nada más estoy en observación en que no vaya a tener alguna reacción, los médicos sí esperan que haya una leve reacción o va dependiendo también del trasplante, en mi caso hemos tenido nada negativo y esperamos así seguir”.
¿Cómo has soportado esta difícil etapa?
“Pues primero que nada hemos llevado esto con mucha actitud, creo que no es fácil el hecho que de pronto te digan que tienes cáncer y vivir con la enfermedad, gracias a Dios hemos tomado la enfermedad con mucho carácter, mucha actitud y sobre todo que he contado con el apoyo de mucha gente aquí en Irapuato que yo no me lo esperaba, la verdad, hay gente que tenía poco de conocerla y fueron los que prácticamente me tendieron la mano para poder atenderme”.
¿Has tenido algún tipo de apoyo?
“Con el que estoy eternamente agradecido es con el delegado de los árbitros de Guanajuato, Gerardo Martínez, quien ha sido pieza clave para ir evolucionando bien en mi enfermedad, ahora en el mes de julio tendré una entrevista con la Comisión de Árbitros, en espera que me den luz verde para volver a pitar”.
¿Estás listo para regresar?
“Ahorita yo estoy en la etapa de recuperación, considero que estoy en 60%, si me ponen a hacer las pruebas a lo mejor no las paso, pero yo confío que, pues con el trabajo que estoy llevando en lo físico, y aparte con la evolución que he tenido en mis estudios, yo confío mucho en Dios que sí, que en el mes de julio sí podamos presentar las pruebas”.
¿Tu familia?
“Los tengo conmigo gracias a Dios, han sido un apoyo muy importante para que yo esté superando esta etapa complicada de mi vida y estoy eternamente agradecido con ellos porque han estado conmigo en las buenas y en las malas, mi esposa Irasema Hernández y mis tres hijos: Arantza Cristina, Gael y, el más chiquito, Genaro Medrano Hernández, ha sido muy doloroso para todos, ya que en una ocasión estuve ocho meses sin verlos, además de 60 días aislado por las quimioterapias”.
¿Qué opinas del arbitraje actual?
“Creo que han tenido una excelente Liguilla los compañeros, cerraron muy bien y ahorita siento que ha sido una de las mejores liguillas”, concluyó.
Inicia la pesadilla
“Mi último partido lo dirigí el 8 de octubre del 2011, un Atlas Vs. Tijuana, dejé de arbitrear porque pues para empezar no aprobaba los exámenes físicos que la Comisión de Árbitros nos pone cada seis meses; en octubre fue la primera prueba que yo reprobé, en enero vienen las siguientes y también estuve mal en las pruebas, no las pasé.
“Fue de esa manera como me hice unos estudios de sangre y el resultado fue que traía una anemia crónica, entonces me mandaron con un hematólogo para hacerme una biopsia de médula ósea y resulta que salí con preleucemia, a partir de ahí estuve sin tener actividad como un año y tres meses, entre tratamientos y quimioterapias”.
