Miles de sindicalizados e integrantes de organizaciones sociales marcharon ayer en el DF, en el Día del Trabajo, en rechazo al Pacto por México que impulsa las reformas educativa, laboral y de telecomunicaciones.
Los contingentes más numerosos fueron los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
También participaron el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), el Frente Sindical Mexicano, la Central Unitaria de Trabajadores, el STUNAM, la Alianza de Tranviarios, los trabajadores de Mexicana de Aviación, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores y el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, entre otros.
Desde el Ángel de la Independencia partió hacia el Zócalo un contingente encabezado por Martín Esparza, del SME; Benito Baena, de tranviarios; Francisco Bravo, Juan José Ortega y Rubén Núñez, líderes magisteriales de las secciones 9 del DF, 18 de Michoacán y 22 de Oaxaca, agrupados en la CNTE.
Ya en el Zócalo, Esparza convocó a crear una nueva Central Unitaria, que refunde el sindicalismo y a la que se incorporen desempleados y trabajadores informales.
La CNTE llamó a un plan de lucha contra la reforma educativa que incluye movilizaciones, un plantón en el mismo Zócalo y un paro nacional de labores.
De hecho, ayer en la tarde la Policía capitalina y trabajadores del GDF iniciaron la colocación de vallas en el perímetro de la Plaza de la Constitución para evitar que los maestros de la Coordinadora instalen hoy algún plantón.
El dirigente de los telefonistas Francisco Hernández Juárez, y el de los trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez, plantearon transformar el Pacto por México en un pacto social, en el que la cúpula de la clase política no pretenda tomar decisiones sin consultar a la sociedad.
En un hecho aislado, jóvenes pertenecientes a distintos grupos anarquistas arremetieron contra granaderos que estaban desplegados sobre la avenida 5 de Mayo, a quienes les arrojaron piedras, petardos y los golpearon con palos.
Los oficiales
Las organizaciones adheridas al Congreso del Trabajo (CT) se posesionaron ayer del Zócalo desde antes de las 8 de la mañana para evitar a los sindicatos que protestarían más tarde con una marcha hacia ese lugar.
Con discursos que retomaron el oficialismo de antaño, los dirigentes gremiales se deshicieron en elogios y en demostraciones de lealtad hacia el presidente Enrique Peña.
José Luis Carazo Preciado, secretario del Trabajo del CT, resumió su apoyo: “Tenemos confianza en el Gobierno federal electo por los mexicanos y hemos apostado por él con el mayor capital con que cuenta un trabajador: la esperanza de un México unido, seguro, con educación, sano”.
