El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Humberto Benítez Treviño, fue denunciado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por amenazas y hostigamiento.
En la queja se argumenta que desde el inicio de la actual administración se pidió la renuncia a Nidia Valdez y a Sonia del Villar como delegadas de Profeco en Guerrero y en Hidalgo, respectivamente.
Acompañadas por legisladores del PAN, las ex funcionarias informaron que tras negarse a presentar sus renuncias fueron advertidas de las consecuencias.
En la queja refieren que después les notificaron su cambio de adscripción: Valdez fue enviada a Tamaulipas y Del Villar a Baja California.
En tanto, la Profeco inició auditorías en las delegaciones de Guerrero e Hidalgo sin la presencia de las responsables.
“Se acusan actos de intimidación, así como actos violatorios de derechos en materia penal como el de presunción de inocencia y el de certeza jurídica”, cita la denuncia ante la CNDH.
Valdez y Del Villar señalan a Benítez Treviño, al director de delegaciones, Silvio Lagos; al titular del órgano interno de control, Rafael León Barrios; y al titular de la Unidad de Comunicación Social.
“Nunca se nos pudo dar una explicación más el que ‘los ciclos terminan’ y que necesitaban los espacios. Nos hicieron amenazas como mandarnos a investigación con la PGR”, dijo Valdez.
“Cuando aceptamos los cambios de adscripción, inmediatamente nos enviaron auditorías”, agregó.
Del Villar contó que se negó a entregar su renuncia porque quería mantener su trabajo y estar cerca de su familia en Hidalgo.
“Al negarme, me dijeron que me atuviera a las consecuencias. En enero me llega un documento donde el titular de la Procuraduría, Humberto Benítez Treviño, me dice que me cambia.
“El procurador se llenó la boca de decir que yo era corrupta. Tengo una trayectoria impecable. ?Por qué ahora no tengo derecho a mi dignidad, a mi honra?”, expresó en conferencia en el Senado.
La senadora panista Adriana Dávila afirmó que los hechos denunciados demuestran la recurrente actuación autoritaria del titular de la Profeco, que no se limita a la clausura del restaurante a pedido de la hija del funcionario mexiquense.
“Benítez Treviño, quien en una actitud prepotente, violatoria de los derechos humanos, presionó a las delegadas para presentar sus renuncias”, apuntó.

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