Enrique Sánchez Gómez comenzó a correr hace cinco años cuando le detectaron diabetes, así fue que decidió dar un giro en su vida y dentro de ese proceso ha decidido participar en tres ediciones de la Carrera aAtlética a.m. Sólo por Ayudar.
A pesar de que su cabello está cubierto de canas, la vitalidad y fuerza afloran en el momento que Enrique corre en la pista de la deportiva Luis I. Rodríguez, donde ha encontrado una segunda casa y en sus compañeros de equipo, una segunda familia.
El señor Sánchez, quien tiene en su haber cuatro maratones corridos, el más reciente en Torreón, ahora se concentra para participar en la Carrera del a.m., que es para él, una de las más esperadas del año.
“Van ya varias veces que corro la carrera del a.m. y la verdad son contadas las carreras bonitas en León y esta es una de ellas, muy alegre, los organizadores le echan los kilos, así que es una de las más destacables de León”.
“Sí ahora se le ha dado el enfoque de ayuda, porque si predicamos el ejemplo de salud y bienestar también debemos predicar con obras, ayudando a gente a través de nuestra participación, así que creo que la iniciativa de que tenga una causa social es muy plausible”, añadió.
De la misma forma como el atletismo ha cambiado su vida y su salud, Enrique Sánchez ha llevado el ejemplo a sus hijos convirtiéndose en un apasionado promotor de las carreras entre todos sus conocidos, quienes lo perciben como un hombre alegre y saludable, que puede pasar horas corriendo, casi de manera incansable.
“Esto más que ser un atleta consumado es tener un estilo de vida diferente, yo por eso lo hago, estoy muy lejos de las marcas de los campeones pero hace cinco años que esto se ha constituido en una forma de vida”, señaló el corredor leonés.
“Todo empezó por cuestión de salud, me diagnosticaron diabetes y la mejor manera de espantar a los doctores ha sido corriendo, sobretodo les recomiendo correr a las personas de la tercera edad, lo único que cuesta es el esfuerzo, sacrificio y cansancio, pero la recompensa es muy grande”, aseguró.