Un pequeño de 10 años se gana 70 pesos diarios, ayudando en la economía familiar porque vende donas en el Centro Histórico.
Dice que prefiere trabajar y estudiar que dedicarse a otras cosas.
En ese contexto, el delegado de la Secretaría del Trabajo, Ángel Arellano Espinoza, informó que el trabajo en menores de edad está penado porque la reforma laboral protege más a los niños trabajadores.
Todos los días por las mañanas, el pequeño Carlos Aarón García coloca sobre su cabeza una charola llena de donas, las cuales ofrece a pocas personas, pero entrega con normalidad a los aseadores de calzado y comerciantes del Centro Histórico.
A pesar de su corta edad, el niño está acostumbrado a trabajar vendiendo las donas, como lo hacen 3 de sus hermanos y sus papás.
“Me llamo Carlos Aarón García Fuentes, vivo en la bajada de San Martín, tengo 10 años de edad, mi mamá tiene 19 años vendiendo donas, y 3 de mis hermanos también hacen lo mismo”, dijo el pequeño.
Cuando se le preguntó al niño si no estudiaba y si también dedicaba su tiempo a otra actividad, dijo: “Voy en la escuela ‘Aguiluchos’ o ‘María Teresa Rodríguez Gasca’ en quinto año por la tarde, también mis hermanos van a la escuela, sólo uno de ellos no, porque ya terminó de estudiar”.
“No siento nada malo en trabajar tan pequeño, para mí es normal, quiero ser teniente coronel del Ejército cuando sea grande, me entretengo mucho en esto, tengo algunos amigos en mi cuadra y a veces juego con ellos”, aseguró el niño.
A pesar de su edad, Carlos Aarón asegura que no tiene temor porque “Nunca me han querido robar o pegar para quitarme las donas que vendo, conozco bien el Centro y casi no le vendo a la gente que no conozco, son puros clientes que ya me conocen, los que me compran las donas”.
Los inspectores de Fiscalización son quienes le han llamado la atención por vender donas, pero no han llegado al extremo de quitarle su producto pues el niño está orientado en eso.
“Los de Fiscalización no me han quitado mis donas, sólo me pueden infraccionar y tampoco lo han hecho, me han dicho ellos que no venda en el Jardín Principal, porque está prohibido y cuando han hecho eso, mejor me voy”, indicó el niño.
Finalmente dijo que seguiría con su rutina de trabajo, y aseguró que por su labor se gana un promedio de 70 pesos diarios.
