Perfectos para quienes no reniegan de su vena turística, los recorridos en barco a través de los ríos de las ciudades son una forma romántica y veloz de abarcarlas. Algunos cuentan con audioguías que narran las historias de los sitios más representativos, otros permiten subir y bajar varias veces durante el recorrido, mientras que unos más ofrecen cenas a bordo. Conoce algunas alternativas en Europa, Medio Oriente y Asia.

 Antes de que anochezca
Aunque en la Ciudad Luz quizá nada se compare con ser un flâneur o paseante, una manera clásica de adentrarse en ella es paseando por el Sena a bordo de los bateaux. Una sugerencia para aprovechar el recorrido al máximo es trazar una ruta donde el río sea la columna vertebral, subiendo y bajando en los diferentes puntos de interés, tal como se hace en la mayoría de los autobuses turísticos.
Además, estos barcos son un buen lugar para descansar después de una larga caminata. Pero ojo, por nada del mundo te quites los zapatos: más allá de incomodar a tus vecinos, es probable que no te vuelvan a entrar. Sin duda el momento más lindo del paseo es al atardecer, justo cuando la luz colorea los edificios de tonos rosados y naranjas.
Con la tarjeta de visitante Pa- PARÍS ris Pass, el paseo en alguno de los barcos de Bateaux Parisiens River Cruise está incluido.
Costo: 207 pesos por adulto, una hora de paseo.
www.bateauxparisiens.com

 Por la corriente nipona
A unos pasos del imponente Senso- ji, el templo budista más antiguo de Tokio, está el embarcadero de Asakusa, punto de encuentro de cientos de turistas que buscan explorar la capital de Japón desde el río Sumida.
Mientras se espera el turno para abordar la embarcación, de frente se observa la famosa Asahi Flame, una recreación de la espuma de la cerveza hecha por el diseñador y arquitecto francés Philippe Starck, situada sobre la sede de la cervecera Asahi.
Ya en el barco, los asientos que se llenan más rápido son los de la cubierta, pues son los mejores para no perder detalle del paisaje.
A lo largo del recorrido, entre los íconos del horizonte tokiota sobresalen la torre de telecomunicaciones Tokyo Sky Tree que tiene un mirador a poco más de 450 metros de altura; la Torre de Tokio, cuya estructura está inspirada en la Torre Eiffel de París y el edificio color plateado de Fuji TV. Además, se pasa por debajo de algunos de los puentes que conectan la ciudad, como el Rainbow Bridge que lleva hasta la isla artificial de Odaiba.
El recorrido Dynamic Tokyo, de la compañía Hato Bus, incluye un paseo de todo el día por la ciudad adicionalmente a este recorrido en bote.
Costo: mil 600 pesos por adulto.
www.hatobus.com

 Recorrido faraónico
Después de ver el Museo Egipcio y caminar entre el tráfico agitado de la Plaza Taharir, una forma de encontrar la paz en El Cairo es abordar una falúa, esas pequeñas embarcaciones de vela ancha que danzan por la corriente del Nilo.
Hay varios puntos de amarre donde se puede contratar un paseo en falúa a lo largo de la calle Corniche, en el área de Garden City, donde se puede caminar junto al río a la sombra de los árboles y hay varias bancas para descansar.
Otra alternativa para navegar por el Nilo es tomar un crucero restaurante, como el Nile Maxim, que da tres recorridos al día. Uno de ellos comienza antes del atardecer.
Durante el paseo se sirve cena a la carta y toca un grupo de música de Medio Oriente, se presenta una bailarina de belly dance y después un espectáculo de Tanoura, un baile tradicional sufi en el que un hombre hace girar su colorido atuendo compuesto por varias faldas.
Costo: un paso en falúa puede costar unos 50 pesos por una hora, y el crucero aproximadamente 500 pesos más impuestos por persona, con cena y espectáculo.
www.egypt.travel

 Bañada de luz
El Danubio es una de las claves que definen a la capital de Hungría y navegar por sus entrañas, división natural entre las zonas de Buda y Pest, es una de las mejores formas de capturar el panorama completo.
Por la noche la ciudad presume una iluminación cautivadora, tanto en los puentes como en los edificios más representativos.
Del lado de Buda, en la orilla occidental del río, el Castillo brilla en lo alto de la colina, al igual que el mirador del Bastión de los Pescadores o el hotel Géllert, donde está uno de los famosos centros de agua termal. Del lado de Pest, en la ribera oriental, la joya arquitectónica que más resplandece es el Parlamento con su fachada neogótica y torres afiladas.
Una de las compañías que propone recorridos turísticos de día y de noche es Legenda. Su paseo nocturno dura una hora, durante la cual los viajeros pueden escuchar una audioguía en 30 idiomas diferentes, copa de champaña en mano; o bien, disfrutar el recorrido al aire libre. Por si fuera poco, el barco tiene conexión inalámbrica a gratis.
Costo: 228 pesos, por una hora de paseo.
legenda.hu/en

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