El terremoto de 6.6 grados en la escala Richter que sacudió el suroeste de China dejó al menos 157 muertos y 5 mil 700 heridos, según las autoridades locales, que han enviado a la zona a miles de soldados para reforzar las operaciones de rescate.
El temblor tuvo lugar al pie de la meseta tibetana, en la provincia de Sichuan, una región con fuerte actividad sísmica que ya fue devastada en 2008 por otro potente terremoto.
El movimiento telúrico duró unos 30 segundos. Su epicentro se situó cerca de la ciudad de Ya’an y sorprendió a la población justo después de las 8:00 horas locales.
Más de 260 réplicas se registraron durante el día, indicó el Diario del Pueblo en su página internet.
Las primeras fotos de la catástrofe mostraban edificios de poca altura destruidos y numerosos escombros en las calles.
Los 140 kilómetros de autopista entre Chengdu, y Ya’an, la localidad más cercana al epicentro del temblor, fueron cerrados a la circulación de particulares y únicamente pueden usarla ambulancias y camiones del ejército u otros vehículos de auxilio.
Imágenes aéreas muestran zonas rurales donde las casas parecían haberse desmoronado, y otras, más pobladas, donde los daños eran más limitados. Al menos 10 mil viviendas fueron destruidas, según el Gobierno de Sichuan.
Las construcciones de las zonas rurales chinas suelen tener materiales de pobre calidad y las normas antisísmicas casi no se respetan.
Más de 2 mil militares fueron enviados para reforzar a los socorristas que estaban trabajando sobre el terreno, indicó la agencia oficial China Nueva.
El Presidente Xi Jinping pidió que se ayude a las víctimas, mientras que el Primer Ministro Li Keqiang viajó a la región afectada, al igual que solía hacer su predecesor Wen Jiabao, en caso de catástrofes, lo que le hizo muy popular.
“Las primeras 24 horas son cruciales para salvar vidas”, dijo el Primer Ministro.
El Presidente ruso Vladimir Putin envió un telegrama de pésame a su homólogo chino y le aseguró que Rusia está preparada para dar toda la ayuda necesaria a China, anunció el Kremlin.
La provincia de Sichuan, una de las más pobladas de China con 80 millones de habitantes, fue devastada por un temblor en 2008 que dejó unos 87 mil muertos y desaparecidos.
La agencia de prensa oficial indicó que el sismo alcanzó una magnitud de 7 grados, mientras que el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS) registró un temblor de magnitud 6.6.
La profundidad fue estimada en 12 kilómetros, una distancia muy baja, lo que favorece que se produzcan muchos daños.
El temblor se sintió muy fuerte en la vecina metrópolis de Chongqing, un municipio con rango de provincia donde viven 33 millones de personas.
