El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó en una comparecencia ante los medios en la Casa Blanca que todavía no se tienen pistas concretas que puedan esclarecer la responsabilidad del atentado múltiple que el lunes causó la muerte de tres personas y heridas a más de un centenar en la recta final del maratón de Boston. El Mandatario admitió, por primera vez, que los ataques están siendo investigados como “un acto terrorista”.
“No está claro si quienes están detrás de las bombas son extranjeros o norteamericanos o si se trata de un acto perpetrado por un individuo malévolo”, reconoció el Presidente en su segunda intervención pública, tras la explosión de dos bombas en la línea de llegada del Maratón de Boston, este lunes al filo de las tres de la tarde, hora local. Obama está siendo informado directamente del curso de las investigaciones por el director del FBI, Robert Mueller, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y su asesora en materia antiterrorista, Lisa Monaco.
El Mandatario aseguró que se han incrementado las medidas de seguridad en todo el país. “Si quieren saber cómo somos, cómo es América, cómo respondemos a la maldad, ahí lo tienen: con abnegación, con compasión y sin miedo”, afirmó Obama.
Aunque el FBI sigue reuniendo evidencias que le permitan dar con el autor o autores responsables del atentado, este martes, el encargado de la investigación, Rick Deslauriers, confirmó que las pesquisas no se circunscriben únicamente a la ciudad, sino que “se iniciará una investigación a nivel internacional”.
En una rueda de prensa en la que han estado presentes el alcalde de Boston, Tom Menino, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, y otros miembros de distintas agencias federales y Policía que colaboran en la investigación, se  confirmó que la cifra de víctimas heridas por las dos explosiones asciende a 176. Hasta el momento, las autoridades no han detenido a nadie, aunque han advertido de que, en los próximos días, continuarán entrevistando e interrogando a los ciudadanos de la localidad.
Tampoco hay confirmación oficial del modus operandi del atentado, pero fuentes implicadas en la organización del maratón, a las que ha tenido acceso El País, señalan que los dos artefactos que explotaron, de fabricación casera, pudieron ser colocados en contenedores de basura.
Los dos explosivos detonados sacudieron la línea de meta hora y media después de que los primeros de la carrera cruzaran. Según estas mismas fuentes, otros dos artefactos no hicieron explosión. Este último extremo no cuenta con una versión oficial. El número de artefactos y su disposición en la zona hacen pensar a fuentes vinculadas a la organización que el ataque fue “coordinado, simultáneo” y que su planificación fue “sofisticada”.

Identifican a estudiante chino entre las víctimas

El Consulado de China en Nueva York confirmó ayer que un ciudadano de su país es la tercera víctima que falleció en las explosiones durante el Maratón de Boston.

Un funcionario de prensa del consulado, que dijo que no estaba autorizado a identificar a la víctima, reveló que un estudiante chino resultó herido y otro murió en la explosión.
Previamente, la Universidad de Boston informó que un estudiante de su programa de postgrado estaba entre las víctimas de los atentados. El funcionario indicó que un equipo del consulado estaba en Boston investigando la situación y a fin de dar asistencia a los familiares de las víctimas.
En una declaración divulgada en Boston, la universidad indicó que no iba a revelar el nombre del estudiante ni iba a dar información alguna si la familia no daba autorización.
La agencia de noticias estatal Xinhua informó que los familiares pidieron que no se identifique a la víctima.
El comunicado señala que el estudiante estaba con otros dos amigos, mirando la carrera cerca de la meta, no muy lejos del local universitario. Uno de sus amigos, también del programa de postgrado, resultó herido y se recupera en el Centro Médico de Boston. Se encontraba estable.
Las otras dos víctimas que murieron fueron identificadas como Martin Richard, de 8 años y Krystle Campbell, de 29 años.

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