Cosa de nada le faltó al moderno coso leonés para colgar el letrero de localidades agotadas en el debut de su quinta producción operística, una de las piezas más populares del repertorio lírico mundial con 99 años de edad.
La doliente historia de la doncella nipona Cio Cio San, que deja todo por contraer un matrimonio de juguete con un marino estadounidense que sólo busca un amorío vacacional, revivió una década después de su última representación en León, ahora con la soprano mexicana Violeta Dávalos y el tenor ibérico Andeka Gorrotxategui en los estelares.
Fue la del Bicentenario, una “Madama Butterfly” de elementos contemporáneos, puesta en escena por la experimentada Juliana Faesler (titular de la compañía Máquina de Teatro), y animada con vehemencia desde el foso por el joven director guanajuatense Iván López Reynoso, quien se puso al frente de la Orquesta y el nuevo Coro del Teatro del Bicentenario.
Faesler buscó causar el mayor impacto visual con los mínimos elementos posibles por escenografía: un muelle sobre piedras zen y un conjunto de tablones dispuestos sobre el aire cual rayos de sol naciente en expresiva deconstrucción.
Más opulenta que cualquier telón resultó la poderosa música de Puccini, la conmovedora historia de la geisha que se pasa los días mirando el mar esperando el retorno de su amado y las elocuentes interpretaciones de la Dávalos, Gorrotxategui, bien secundados por el barítono Armando Gama y la mezzosoprano Rosa Muñoz.
Previsiblemente, “Un vel di beldremo”, el aria más famosa de esta ópera, inscrita en el segundo acto, sería la causante del único aplauso fuera del protocolo, y buena parte del capital emotivo con que Violeta Dávalos se ganaría la principal ovación al final.
Al igual que Puccini le hizo arreglos a su ópera para subsanar el fracaso que fue su estreno; Juliana Faesler también despojó a su puesta en escena del rasgo más polémico que tuvo hace un par de años en Bellas Artes: un epílogo donde plasmaba a un Pinkerton envejecido y arrepentido al punto del suicidio.
“Madama Buttefly” ofrecerá dos funciones más en el Teatro del Bicentenario el miércoles 17 y el sábado 20.
El aplausómetro
Violeta Dávalos
Conmovedora como la protagonista. Se llevó la mayor ovación al final, lo que visiblemente la emocionó.
Iván López Reynoso
El joven director guanajuatense exhibió gran pasión frente a la orquesta. Tanta que a veces no se lo dejaba fácil a los cantantes.
Andeka Gorrotxategui
El tenor ibérico impresionó con sus cualidades vocales, aunque se mostró contenido en lo histriónico.
Armando Gama
El clásico personaje de apoyo que se roba el pastel. Señorial, seguro y matizado en su interpretación del cónsul Sharpless.
Rosa Muñoz
La mezzosoprano que encarnó a Suzuki, el ama de llaves de la protagonista, también mostró sus tablas.
