Hace un año y medio el editor Ramón Akal recibió en su oficina los papeles de la clínica Dator de Madrid que reflejaban que en el año 2002, antes de conocer al príncipe Felipe, la princesa Letizia había sufrido un aborto voluntario en dicha clínica.
Akal, quien hace 41 años durante la dictadura de Francisco Franco fundó la editorial que lleva su apellido y en la que publicó libros que nadie se atrevía a publicar, decidió dar a conocer los documentos. Le propuso a David Rocasolano, primo de la princesa Letizia, que escribiera un texto sobre la historia de la familia Ortiz Rocasolano desde dentro. David, además de primo de Letizia, fue su amigo, su abogado y tramitó su divorcio de su primer marido, el escritor Alonso Guerrero. Por eso Akal pensó que sería la persona ideal para escribir el texto.
En un principio el joven rechazó la oferta, pero dos años después, decepcionado por todo lo vivido a raíz del matrimonio de su prima con un miembro de la Casa Real, aceptó.
“Publicar este libro y esta noticia no es inmiscuirse en la vida privada de nadie. Es denunciar la hipocresía de quienes niegan el derecho de la mujer a decidir. Es romper el vínculo entre la Iglesia católica y la monarquía. Tengo el deber de publicar esto”, asegura en entrevista Ramón Akal.
“El derecho a abortar es un derecho de la mujer reconocido en la legislación española que es cuestionado por la Iglesia Católica, que llegó a decir que era comparable al genocidio nazi en palabras del cardenal arzobispo de Madrid Rouco Varela, el mismo que celebró el matrimonio de los príncipes de Asturias”, añade.
“La monarquía apoya todas las tesis de dicha iglesia y mi obligación como editor según la Constitución española es dar información veraz; y la información que damos en el libro es cierta y tiene el fin último de que la gente en este país tenga un conocimiento de lo que piensan y ejercitan sus dirigentes; y en algunos casos como podría ser este no se ajustan los unos a los otros, es decir, en lenguaje cotidiano, doble moral: lo que se predica y lo que se hace”, concluye.
