Llena de frescura y con una inmensa sonrisa, Rebeca Sánchez Aguayo ingresó a la parroquia de Santa Margarita para agradecer a Dios por sus 15 años de vida.
Atenta a las palabras del párroco, Rebeca prometió seguir acrecentando su fe en Jesucristo, además de ser una buena hija y un buen ejemplo para sus hermanos.
Fabiola Aguayo y Pablo Sánchez, papás de la quinceañera, compartieron la felicidad de su hija, al verla rodeada de sus amigas.
Javier Romo y Carolina Casanova participaron como padrinos de la quinceañera, quienes prometieron estar siempre alertas de la educación de su ahijada.
En el domicilio particular de la familia Sánchez Aguayo se preparó una íntima reunión, a la que fueron convocados los amigos y familiares más cercanos de Rebeca.
Deliciosos bocadillos, selectos platillos, bebidas refrescantes y un exquisito postre, disfrutaron los asistentes.
Especial tarde de convivencia, recuerdos e inolvidables vivencias compartió Rebeca en su décimo quinto aniversario de vida.
