Desde la llegada de Miguel Herrera al banquillo del América las Águilas se han quedado a un paso de la gran final en dos ocasiones. No obstante, el Presidente Deportivo, Ricardo Peláez, aplaude el avance de su equipo en los últimos torneos.
“Creo que (estamos) acorde a lo que se planeó desde hace un año, el equipo ha venido creciendo futbolísticamente y lo más importante quizá, es el equilibrio que se ha logrado”.
El tercer lugar general y estar instalados en la Semifinal de la Copa MX luce como un panorama alentador. Sin embargo, la pregunta está puesta sobre la mesa:
-¿Qué va a pasar si cuando termine el torneo América no sale Campeón, pensaría en dejar su puesto o remover de su cargo a Miguel Herrera?
“Yo quiero ser positivo, ¿qué va a pasar si termina el Clausura 2013 y quedamos Campeones? Todo va a seguir igual, vamos a reforzar al equipo, vamos a seguir innovando. Vamos paso a paso, el equipo va bien, entonces ¿por qué ver las cosas negativas? Yo lo veo positivo y siempre visualizándonos Campeones”, responde el directivo, un tanto incómodo ante el cuestionamiento.
Peláez finalmente lanza un comentario que luce más como algo que lo aqueja, pues considera que el buen torneo realizado por las Águilas, no ha recibido el reconocimiento que merece.
¿Qué estará pensando el León, qué estarán pensando los rivales al enfrentar al América?
“Yo creo que se nos quita mucho mérito, de repente en la fecha 5 decían ‘ahora sí va a empezar el torneo para el América porque viene Tijuana’, ¿y los otros rivales no cuentan? ¿no le ganamos a nadie?”, argumenta al tiempo de dejar claro que afrontarán los próximos juegos sin temor a sus oponentes, como lo serán Chivas y Cruz Azul en partidos de Liga y Copa, respectivamente.
“No nos asusta ningún rival, salen once a la cancha como salimos nosotros también, con la misma ilusión y el mismo compromiso”.
Son casi ocho años los que han transcurrido desde el 29 de mayo de 2005, fecha del último título del América, en aquella ocasión masacrando a los Tecos. Es precisamente ese pensamiento el que se hace presente en la mente del directivo, aunque por fuera, prefiere mantenerse convencido de que éste será el torneo para que las Águilas conquisten otro campeonato.