A las 8 de la mañana fue la salida de los cerca de 200 personajes que participaron en la representación del Viacrucis, que recorrió las principales calles del primer cuadro de la ciudad, recordando la travesía que vivió Jesucristo antes de llegar a su crucifixión.
La procesión que realizan los feligreses de la Divina Providencia no es sólo la representación, sino el compromiso de cientos de personas que realizan sus propios vestuarios para recordar el tiempo cuando llegó a quien llamaron El Salvador al mundo.
La salida fue desde el templo, ubicado en la calle Santos Degollado, de donde los feligreses salieron ya listos para hacer sus papeles y acompañar al Cristo del grupo con la pesada cruz que cargó por al menos 4 horas.
Olga María Echeverría, de 27 años, participa desde pequeña en la procesión de este templo, una de las más grandes y populares en el municipio, primero como mujer piadosa, y este año como la samaritana.
Su papel es acercarse a Jesús para ofrecerle un poco de agua, para después ser apartada brutalmente por los soldados romanos, quienes también la jalonearon y le rompieron el jarrito de barro en el que llevaba el vital líquido.
“Desde los nueve años participo en esto, porque mi tía y mis primos me invitaron, es algo que disfruto mucho, primero empecé como piadosa y ahora me tocó ser la samaritana, hubo oportunidad y acepté, es algo que se siente mucho, sobre todo si lo has hecho por mucho tiempo”, dijo mientras caminaba luego de su participación.
El sol no evitó que muchos curiosos y feligreses se sumaran a la procesión, tanto conocidos, familiares y gente que paseaba por el Centro Histórico de Irapuato, se unieron a la representación.
Las caras de miedo y algunas lágrimas rodaban de pronto, al ver cómo el Jesucristo de la Divina Providencia era azotado por los soldados, quienes implacables tomaron su papel muy en serio y gritaban a quien se acercara al Hijo de Dios.
Los pequeños no pudieron quedar fuera, Vanesa Gallardo Gutiérrez tiene apenas año y medio y ya hizo su primera participación en la procesión del templo al que van sus padres, vestida de ángel y en los brazos de su abuela, Verónica Cruz Trejo, de 36 años, quien es la que parece ir en procesión.
Otros no tan pequeños, también hacían su esfuerzo para poder terminar la procesión, con los pesados vestuarios pero que le dieron el extra de diversión a su primera interpretación.
“Mi papá me invitó a participar, él tiene mucho tiempo saliendo, ya vengo cansado pero sí me gustó mucho salir de soldado romano, quiero salir el otro año también y participar más, como participa mi papá siempre, además me gusta mucho mi traje”, dijo sonriendo y cansado Jesús Alejandro Río Reyes, de 8 años, quien por primera vez fue soldado romano.
Ulises Núñez Jasso, es uno de los organizadores, quien al llegar nuevamente al templo, se dijo satisfecho de la participación.
Cerca de 30 cargadores de las hermandades creadas desde hace años, ayudaron a contener a la gente, que por curiosidad se acercaba a la hora de los momentos claves, como fueron las tres caídas, el momento de Jesucristo con las piadosas, con la samaritana o cuando se acerca Simón Cirineo a ayudarlo con la cruz, que causaron gritos de asombro o miradas de compasión.
Luego de un rato de descanso, los cargadores salieron nuevamente a las calles de Irapuato, para hacer su procesión con imágenes de Jesucristo y la Virgen María, para recordar el dolor y la pasión con la que estos personajes marcaron esta historia.
