Premian a jóvenes por su esfuerzo académico en la secundaria “Miguel Febres Cordero” de la Universidad de LaSalle Campus San Francisco, organizándoles una visita cultural al sitio arqueológico de Teotihuacán, sitio declarado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.
Fueron en total 125 estudiantes los que acudieron a este viaje, siendo convocados a participar de este reconocimiento sólo los mejores promedios académicos de los tres bimestres.
De los 125 estudiantes que acudieron, correspondieron 64 a jóvenes de primer grado de secundaria, 26 de segundo y 35 de tercero.
En esta ocasión los alumnos fueron acompañados por 12 maestros, entre ellos el director general del campus, Luis Ernesto Ríos Pérez, la directora de secundaria Eréndira Margarita Santiago Hernández, en coordinación con los maestros: Jorge Gómez, Gerardo Ramírez Ortiz, Miguel Ramos Bustos, Ada Greicy Hernández, Adriana Espinoza Camarena, Erika Ivette Esqueda Funes, Jose Herrera, Miriam Godínez Montoya, Daniela González, Yendi Torres Hernández.
Ellos emprendieron el viaje desde las instalaciones del Campus San Francisco del Rincón rumbo al Estado de México, en punto de las 11 de la noche, arribando muy temprano al centro arqueológico de Teotihuacán, donde permanecieron a lo largo de varias horas explorando y conociendo los vestigios.
Cabe mencionar que a su arribo al sitio cada grupo fue recibido por un guía que los acompañó durante el recorrido, explicando a los jóvenes la riqueza del sitio, su origen y tiempo en el que fue habitado.
Los jóvenes realizaron el recorrido por el área central de la ciudad y sus principales complejos arquitectónicos monumentales, como son La Ciudadela, El Gran Conjunto, La Calzada de los Muertos con sus ejemplos más notables: edificios superpuestos, Plaza Oeste y Grupo Vikking; posteriormente por el complejo arquitectónico Pirámide del Sol y finalmente en la Gran Plaza de la Luna.
Posteriormente visitaron el museo del sitio, que reúne piezas de singular belleza y valor, partiendo enseguida al centro comercial Plaza Santa Fe, donde tuvieron la oportunidad de comer y hacer algunas compras, para finalmente regresar felices a San Francisco.
